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Archivo de la noticia: Setiembre 2014


Bebidas energéticas en el banquillo

 

Especialistas en nutrición y cardiología advirtieron sobre los riesgos del consumo inadecuado de las llamadas “bebidas energéticas”, durante un foro organizado por la Vicerrectoría de Vida Estudiantil y la Facultad de Ciencias de la Salud.


 

Con la promesa de aumentar la energía al punto de “hacer volar”, o mediante el patrocinio de espectáculos de deportes extremos, la publicidad de las denominadas “bebidas energéticas” atrae consumidores, especialmente entre la población joven.

Estudiantes de secundaria y universitarios, jóvenes con jornadas de trabajo nocturnas y hasta deportistas caen en la tentación de consumir estas bebidas, con la esperanza de que les ayude a mejorar su resistencia física y mental.

Ya desde 2006, la “Encuesta nacional sobre percepciones  y consumo de drogas en población de educación secundaria” evidenció un consumo  regular de este tipo de bebidas entre los colegiales: 78.000 (39,3%) aseguraron haberlas consumido y 45.000 (22,7%) afirmaron ser consumidores activos.

Lo que no dice la publicidad promovida por la gigantesca industria mundial de este tipo de bebidas -usualmente de colores vivos y con estilizados envases de aluminio-  es que sus principales ingredientes pueden representar riesgos para la salud, si son  consumidos en forma inadecuada.

Así lo confirmaron especialistas en nutrición y cardiología durante el foro-conversatorio “¿Son peligrosas las bebidas energéticas?”, organizado por la Vicerrectoría de Vida Estudiantil y la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional (UNA).

El “efecto energético” de estas bebidas lo proporcionan básicamente el azúcar y la cafeína. Suelen contener ingredientes como guaraná o yerba mate, que son formas de cafeína,  y otros que suplementan su efecto y reducen la sensación de fatiga muscular, como creatina, taurina o glucuronolactona, según afirmó la nutricionista Jenny González, del Departamento de Salud de la UNA.

En el caso cafeína, considerada la sustancia psicoactiva más popular del mundo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado no consumir más de 500 miligramos por día, lo que equivale a tres tazas de café.
Una sola lata de bebida energética contiene esta cantidad de cafeína, por lo que no es casual que la OMS se haya referido a estas bebidas como estimulantes –no como energizantes- debido a sus efectos en el sistema nervioso y en el estado de alerta.

Explicó la nutricionista que al consumir una bebida con un estimulante como la cafeína se produce un proceso de neuroinhición; es decir, la persona siente más energía, no porque su cuerpo no esté cansado, sino porque la sensación de cansancio se encuentra bloqueada. “Las bebidas energéticas no dan energía, solo bloquean el cansancio temporalmente, por lo que se produce decaimiento al acabar su efecto en el organismo”.

Además, el alto consumo de cafeína aumenta la presión arterial,  la frecuencia cardiaca e incluso podría aumentar el riesgo de producir arritmia, dependiendo de la dosis de esta sustancia que se consuma.

La cardióloga Giselle Preinfalk se refirió a un estudio que muestra que la frecuencia cardíaca aumentó en más de 10 latidos después de una hora de haber consumido una bebida energética. “Si alguna de estas personas hubiera tenido algún problema de corazón inadvertido, pudo haber generado en una arritmia severa o incluso la muerte”, enfatizó.

Otro riesgo para la salud reside en la exagerada cantidad de azúcar que contienen estas bebidas. Preinfalk destacó que una lata de bebida energizante tiene alrededor de 54 gramos de azúcar, lo que equivale a 13 cucharadas, o sea, un cuarto de taza. Es por eso que el consumo regular prolongado de estas bebidas puede representar riesgo de desarrollar obesidad e incluso diabetes.

Conscientes de que en bares del país, los jóvenes están mezclando licor con bebida energética como una forma de inhibir la sensación de embriaguez, las especialistas coincidieron en que esta mezcla puede ser fatal. 

“Como el alcohol es depresor del sistema nervioso y las bebidas energizantes más bien son estimulantes, se neutralizan y la persona puede seguir tomando licor hasta un momento dado en que no solo tienen la intoxicación etílica sino también intoxicación por cafeína”, explicó Preinfalk.

Relató la doctora que hay pacientes que llegan a las salas de emergencias con taquicardias y arritmias severas que comprometen su vida, producto de esta combinación. Incluso, se refirió a un caso atendido recientemente en un hospital capitalino, donde al paciente se le produjo un coágulo en las arterias del corazón por esta misma causa.

Las especialistas llamaron la atención sobre la importancia de la alimentación balanceada y la hidratación como la forma más saludable de obtener la energía necesaria para las actividades diarias, así como para mejorar la concentración y la memoria. Además, reiteraron los beneficios del ejercicio y el descanso para mantener la salud integral.

La nutricionista del Departamento de Salud, Jenny González, insistió en la importancia de las meriendas a lo largo del día. Con ella coincidió Ligia Chaves, nutricionista de la Federación Costarricense de Futbol, quien añadió que en el caso de los deportistas la planificación de la alimentación es fundamental en el camino hacia un desempeño exitoso.