“En la era de la polarización, de los mensajes de odio en nombre de los más altos valores, de los emocionalismos disfrazados de justicia universal, defender la palabra es defender la capacidad misma de pensar. Hacerlo requiere tanto valentía como también un profundo sentido de respeto, porque la libertad de expresión no debe ejercerse como pretexto para violentar al otro”.
Las palabras del académico Henry Sevilla, coordinador del certamen UNA Palabra de la Universidad Nacional (UNA) tienen esa dosis de realismo y contemporaneidad. “La palabra escrita y el pensamiento crítico están sometidas a presiones inéditas”, se sinceró, ante un auditorio que daba cabida a la premiación de la 47º edición de este certamen.
Desde sus orígenes, en 1978, este concurso institucional busca promover la expresión escrita de sus autores, pero al mismo tiempo es una ventana hacia la dignificación humana, la consagración de las libertades y la ética.
Sin embargo, en tiempos actuales, esa palabra lucha contra un enemigo que se oculta bajo el espectro de la virtualidad y el anonimato: la posverdad.
Para Sevilla, por medio de esas “verdades alternativas” se utiliza la palabra no como instrumento de diálogo o sana confrontación, sino para manipular, al servicio de intereses particulares que no necesariamente buscan construir.
“Hoy corremos el enorme riesgo de aceptar como legítimo aquello que ha sido urdido con la astucia de quienes saben que para dominar basta con corromper el significado de las palabras”, manifestó el académico.
Sus manifestaciones, que fueron el parteaguas hacia la premiación de los ganadores, se da en un entorno donde el país se apresta a elegir a un nuevo gobierno y donde la discusión política se ha trasladado desde la presencialidad hacia los medios virtuales. El propio Instituto de Estudios Sociales en Población (Idespo) identifican las redes sociales como la principal fuente de información de las personas en plena campaña electoral.
El rector de la UNA, Jorge Herrera, indicó que “impulsar la libre expresión del pensamiento convertido en literatura desde la universidad pública es un acto político en el sentido más profundo del término. Implica reconocer que el conocimiento no es monopolio de las élites académicas o de minorías ilustradas y que la palabra tiene el poder de configurar nuevas formas de comprender nuestra realidad social”.
Ganadores
Para esta nueva edición, los tres ganadores del Premio Universidad fueron:
1. Rama: Cuento
Nombre del autor: William D. Martínez
Nombre de la obra: Sexomisterio
2. Rama: Novela
Nombre del autor: Mario Alberto Ramírez González
Nombre de la obra: Mercenarios
3. Rama: Poesía
Nombre del autor: Daniel Porras Navarro
Nombre de la obra: Estroboscopio post/saɪbər/punk
Sobre la poesía Estroboscopio post/saɪbər/punk, el jurado del certamen destacó el cruce que el autor hace entre el género poético, el guion teatral, el performace y la estética cyberpunk.
“Lo pop y lo oculto se entremezclan con naturalidad para evidenciar lo humano en lo post humano, con imaginación y potencia visual. Las referencias a la cultura pop no se quedan en los superficial y lo servil, sino que los textos tienen un valor poético por mérito propio”, indicó el jurado.
La obra ganadora de la rama novela, llamada Mercenario, tiene la característica de traer a valor presente una historia cargada de realiadades sociales con una adecuada apropiación de recursos narrativos, al retratar un panorama desolador de los espacios laborales actuales que se ofrecen a la juventud costarricense.
“Visibiliza la falta de oportunidades para los jóvenes y la reorientación de la economía nacional hacia sectores que no necesariamente garantizar bienestar ni desarrollo personal. Propone una mirada crítica sobre la alienación que viven estas personas y refleja el perfil de una mano de obra calificada pero sin formación universitaria, puesta al servicio de los intereses de compañías transnacionales”, se indicó durante la actividad.
Finalmente, en la rama de cuento, la propuesta ganadora fue Sexomisterio. Bajo un enfoque de cuento erótico, la obra logra atrapar la atención de las personas lectoras con finales inesperados. “En este libro hay una diversidad de registros dramáticos elaborados con un lenguaje preciso y un cuidadoso ritmo textual que se resuelve con giros diversos y sorprendentes”.
Sobre la premiación, para cada una de estas ramas del Premio Universidad se otorgará el equivalente a 1.655,8 dólares estadounidenses y la publicación de la primera edición de la obra con el sello editorial de la EUNA.
De hecho, para esta premiación se dio a conocer la publicación de la novela Carne para hombres de Alejandro Marín Solano, ganadora del certamen 2025.
Para Ileana Araya, directora de la Editorial de la Universidad Nacional (EUNA), obtener esta distinción “les permite ser rubricadas con el sello editorial de una marca registrada que preserva y protege los derechos de propiedad intelectual, lo cual le otorga legitimidad académica y literaria”.
Además, Araya mencionó que cada una de estas obras son parte de un catálogo de reconocimiento nacional e internacional al estar publicadas en formato papel y digital, lo que contribuye a su distribución.
En cuanto al Premio Omar Dengo, que formaba parte de esta edición de UNA Palabra, fue declarado desierto por parte de los organizadores, en este caso, las Escuelas de Literatura y Filosofía de la Facultad de Filosofía y Letras, la EUNA y el Consejo Universitario.
