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Archivo de la noticia: Febrero 2014


Enfermedades emergentes y reemergentes bajo observación

 

Establecen vigilancia para prevenir la eventual manifestación de enfermedades emergentes y reemergentes, entre ellas el dengue.

 


 

Un enemigo, que va y viene en el tiempo, se esconde silencioso en el ambiente. En muchas ocasiones se encuentra bajo control, su impacto es mínimo, pero al menor descuido puede resurgir y afectar la salud de personas y animales. Las enfermedades emergentes y reemergentes están al acecho, por lo que en la actualidad son motivo de estudio por los especialistas de la salud.

En 1992 el Instituto Nacional de la Salud de los Estados Unidos definió como enfermedades emergentes aquellas cuya incidencia se ha incrementado en los últimos 20 años, como por ejemplo las infecciones con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), nuevas cepas de virus influenza, el SARS, los Hantavirus, entre otras.

Las enfermedades reemergentes, por el contrario, se refieren al resurgimiento de enfermedades que aparentemente habían sido erradicadas o cuya incidencia había disminuido a niveles mínimos. Son aquellas que después de no constituir un problema de salud, resurgen a menudo de forma epidémica y pueden ser causadas por virus, bacterias, parásitos u otros patógenos, como por ejemplo: el dengue, la tuberculosis o el paludismo.

Carlos Jiménez, virólogo de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad Nacional (MEDVET-UNA), explicó que son diversos los factores que determinan la existencia de enfermedades emergentes o reemergentes. Uno de ellos podría asociarse con el abandono de los programas de vacunación, al considerar que la enfermedad se erradicó y que ya no es necesaria su prevención. Asimismo, hay condiciones de infraestructura, económicas y hasta sociales que limitan la cobertura de los programas de vacunación.

“También ocurre que algunos de estos agentes van ganando virulencia; es decir, se incrementa su capacidad de causar enfermedad o bien, como ocurre en el caso de algunas bacterias, ganan factores de resistencia a ciertos antimicrobianos. De ahí que los tratamientos usuales que se hacían con antibióticos dejan de ser eficaces”, explicó Jiménez.

Agregó que aunado a lo anterior se encuentra el aspecto de las condiciones ambientales, en especial el cambio climático, que promueve la aparición o reaparición de algunas enfermedades al propiciar, entre otras cosas, condiciones que generan un mayor número de reservorios y/o de vectores y se favorece la propagación de agentes infecciosos.

Jiménez comentó que en materia de enfermedades emergentes y reemergentes en el país, y desde la óptica del laboratorio de virología de MEDVET-UNA, se ejecutan distintos proyectos, tanto desde el área de la investigación como de proyección a la comunidad, con los cuales se trata de ubicar los principales virus que afectan la salud de los animales y que eventualmente repercuten en las personas.

“A inicios del 2000 empezamos con proyectos de investigación tendientes a caracterizar los virus causantes de enteritis en animales, en especial Rotavirus, que origina severas diarreas en animales neonatos o en niños menores de cinco años. Como resultado de este estudio, determinamos que estos virus tienen la capacidad de ensamblarse con material genético proveniente de diferentes fuentes. Algunos segmentos genómicos de cepas de Rotavirus identificados en animales tenían contrapartes en las personas”, indicó Jiménez.