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Agosto 2019


Cuide sus arterias coronarias

Johnny Núñez / UNA COMUNICA

Cada año cientos de personas en el mundo padecen diabetes e hipertensión arterial, debido al sedentarismo y a los malos hábitos alimenticios, las cuales llegan a presentar afecciones con riesgo cerebral y cardiovasculares como la enfermedad coronaria. Dicho padecimiento, conocido como la enfermedad de las arterias coronarias, consiste en el depósito de placa (grasa) en las arterias, lo cual reduce el flujo de sangre rica en oxígeno que llega al músculo cardíaco.

De no tratarse a tiempo por un especialista de la salud, la persona podría presentar ateroesclerosis, la cual se manifiesta cuando se acumula grasa, colesterol y otras sustancias en las paredes de las arterias, y con el tiempo pueden estrechar u obstruir completamente las arterias y causar problemas en todo el cuerpo; incluso padecer de angina de pecho o, en el peor de los casos, ocurrir un infarto aguado al miocardio.

 En el marco del Día Mundial del Corazón y ante el aumento de los padecimientos cardiacos, José Andrés Trejos, especialista del laboratorio de fisiología del ejercicio de la Escuela de Ciencias de Movimiento Humano y Calidad de Vida de la Universidad Nacional (Ciemhcavi-UNA) aseguró que los casos se presentan con más frecuencia en personas que descuidan la sana alimentación, no disminuyen el consumo de tabaco y alcohol, a la vez que realizan una menor o escasa actividad física.

Datos recientes indican que en el país se reportan más de 2000 casos de infartos agudos del miocardio anualmente, donde el mayor riesgo se concentra en personas mayores de 40 años y con una tendencia creciente  en los últimos años.

Más preventivos

Según Trejos, en Costa Rica la tendencia es “más curativa y menos preventiva”, donde en muchas ocasiones, las personas se preocupan por su salud hasta que presentan los síntomas o cuando la enfermedad cardiovascular está muy avanzada.

“Dejamos todo para lo último, ya cuando el médico nos cataloga hipertensos o diabéticos, incluso presentamos angina (dolor que se irradia en la espalda, brazos y pecho) y un diagnóstico menos favorable padecer ateroesclerosis. Hasta que el médico diagnóstica cualquiera de estas enfermedades es que algunas personas se preocupan por comer sano y hacer actividad física de forma regular, aunque a veces se deba recurrir a la rehabilitación cardiovascular por el avance de la patología”, explicó Trejos.

En cuanto a la terapia de rehabilitación, el especialista de Ciemhcavi comentó que mucho depende del estado de salud de la persona, pues exiten algunos pacientes con enfermedad coronaria que presentaron un infarto y para quienes la recuperación es más lenta; en cambio en aquellas no infartados la rehabilitación es más rápida.

Trejos agregó que las personas no infartadas que se someten a las tres etapas de un proceso de rehabilitación cardiovascular como el que ofrece Ciemhcavi, al final del programa reducen la mortalidad cardiaca hasta en un 30%, se aumenta la ganancia de oxígeno entre 11% y 36%; también se disminuyen los triglicéridos, lípidos, e hipertensión y en la parte psicosocial los benefecios se observa en una mayor apertura de integración del paciente y su entorno.