La Compañía de Cámara Danza UNA y el Taller de Jazz de la Escuela de Música y el Coro de la Sierra del Departamento de Promoción Estudiantil pusieron la nota artística durante el emotivo acto de clausura del 45 aniversario de la UNA.
Danza, música y efusivas palabras fueron la nota predominante a lo largo del acto de clausura del 45 aniversario de la Universidad Nacional (UNA). Cientos de miembros de la comunidad universitaria se dieron cita el pasado 7 de noviembre, en el gimnasio del Complejo para la Innovación de los Aprendizajes, las Artes y la Recreación de la UNA. El Coro de la Sierra del Departamento de Promoción Estudiantil de la Vicerrectoría de Vida Estudiantil, la Compañía de Cámara Danza UNA y el Taller de Jazz de la Escuela de Música pusieron la nota artística de la tarde.
“La UNA se ha empeñado por construir una mejor universidad cada día. Aunque faltan muchos aspectos por mejorar, hay que reconocer que es de las pocas universidades que incluyen en su malla curricular las carreras de arte y deporte. Es además una de las universidades que tiene una amplia oferta académica en carreras artísticas, como danza, la única que es impartida en el país. También es una oportunidad para quienes ingresan a esa carrera; son privilegiados en formarse como bailarines profesionales en una instancia de educación superior. Los grupos representativos oficiales y no oficiales también son una oportunidad para formar profesionales integrales humanistas”, afirmó Jazmín Arroyo, representante de la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional (Feuna).
Arroyo añadió que “el arte y el deporte se han posicionado como medios de expresión que han generado un impacto incalculable e inigualable en la sociedad, al utilizarlos como herramienta de crítica social; estos estudiantes no solo van a mostrar su formación, sino también que van a transformar realidades de zonas rurales o de barrios con contextos socioeconómicos difíciles. Ahí es donde va a estar presente la Universidad necesaria de la que tanto hablamos”.
Autonomía, regionalización y derechos humanos
El año 2018 tuvo como eje las ideas en torno a la autonomía, la regionalización y los derechos humanos. Durante el acto de clausura, las palabras a propósito de la declaratoria no se hicieron esperar: “este año lo declaramos el año de la UNA por la autonomía, la regionalización y los derechos humanos, así lo hizo el Consejo Universitario y una vez más la UNA ejerció un liderazgo en el Conare que también nos acompañó en esa misma realización. Ya hemos planteado y está por conocerlo el Consejo Universitario, el año entrante, 2019, darle realce a la igualdad de género, para dar una batalla muy grande aquí en la Universidad y fuera de la institución universitaria, y también nos han acompañado las universidades públicas reunidas en Conare”, afirmó Alberto Salom, rector de la UNA.
Más adelante aseguró que “si se reflexiona bien, esos tres ejes, autonomía, regionalización y derechos humanos, tienen una conexión intrínseca, muy profunda, yo diría que no puede haber una regionalización en el país ni una verdadera autonomía universitaria si no está marcada por los derechos humanos”.
Al encuentro de las comunidades
Cinco encuentros en sitios públicos del país fueron parte de los esfuerzos institucionales por salir al paso de los pueblos, en el marco del 45 aniversario de la UNA, hecho que fue destacado durante la ceremonia: “este año la Vicerrectoría de Extensión decidió ir al encuentro de las comunidades para poner de relieve la importancia que le concedemos al trabajo de acción social. Es uno de nuestros pilares en la actividad sustantiva, estos son la docencia, la investigación, la extensión, la vida estudiantil y la de administración. Es así como la Vicerrectoría Estudiantil se lanza a un trabajo ingente en las comunidades, y realiza un primer encuentro en la región central de nuestro país, en Santo Domingo de Heredia, seguido de un segundo encuentro en la región Chorotega, en Santa Cruz; un tercero en el Pacífico Central, Puntarenas; otro más en la región Brunca, Palmar Norte, y un último en Limón, todos con el apoyo de sedes regionales y municipalidades locales”, sostuvo Salom.
Para el rector “así como no puede haber universidad sin docencia, tampoco puede haber universidad sin investigación, donde se renueve el conocimiento constantemente, ni tampoco universidad sin extensión o acción social, donde además de renovarse el conocimiento, vamos al encuentro de las comunidades que más nos necesitan”.
La Compañía de Cámara Danza UNA y el Taller de Jazz de la Escuela de Música y el Coro de la Sierra del Departamento de Promoción Estudiantil pusieron la nota artística durante el emotivo acto de clausura del 45 aniversario de la UNA.
Danza, música y efusivas palabras fueron la nota predominante a lo largo del acto de clausura del 45 aniversario de la Universidad Nacional (UNA). Cientos de miembros de la comunidad universitaria se dieron cita el pasado 7 de noviembre, en el gimnasio del Complejo para la Innovación de los Aprendizajes, las Artes y la Recreación de la UNA. El Coro de la Sierra del Departamento de Promoción Estudiantil de la Vicerrectoría de Vida Estudiantil, la Compañía de Cámara Danza UNA y el Taller de Jazz de la Escuela de Música pusieron la nota artística de la tarde.
“La UNA se ha empeñado por construir una mejor universidad cada día. Aunque faltan muchos aspectos por mejorar, hay que reconocer que es de las pocas universidades que incluyen en su malla curricular las carreras de arte y deporte. Es además una de las universidades que tiene una amplia oferta académica en carreras artísticas, como danza, la única que es impartida en el país. También es una oportunidad para quienes ingresan a esa carrera; son privilegiados en formarse como bailarines profesionales en una instancia de educación superior. Los grupos representativos oficiales y no oficiales también son una oportunidad para formar profesionales integrales humanistas”, afirmó Jazmín Arroyo, representante de la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional (Feuna).
Arroyo añadió que “el arte y el deporte se han posicionado como medios de expresión que han generado un impacto incalculable e inigualable en la sociedad, al utilizarlos como herramienta de crítica social; estos estudiantes no solo van a mostrar su formación, sino también que van a transformar realidades de zonas rurales o de barrios con contextos socioeconómicos difíciles. Ahí es donde va a estar presente la Universidad necesaria de la que tanto hablamos”.
Autonomía, regionalización y derechos humanos
El año 2018 tuvo como eje las ideas en torno a la autonomía, la regionalización y los derechos humanos. Durante el acto de clausura, las palabras a propósito de la declaratoria no se hicieron esperar: “este año lo declaramos el año de la UNA por la autonomía, la regionalización y los derechos humanos, así lo hizo el Consejo Universitario y una vez más la UNA ejerció un liderazgo en el Conare que también nos acompañó en esa misma realización. Ya hemos planteado y está por conocerlo el Consejo Universitario, el año entrante, 2019, darle realce a la igualdad de género, para dar una batalla muy grande aquí en la Universidad y fuera de la institución universitaria, y también nos han acompañado las universidades públicas reunidas en Conare”, afirmó Alberto Salom, rector de la UNA.
Más adelante aseguró que “si se reflexiona bien, esos tres ejes, autonomía, regionalización y derechos humanos, tienen una conexión intrínseca, muy profunda, yo diría que no puede haber una regionalización en el país ni una verdadera autonomía universitaria si no está marcada por los derechos humanos”.
Al encuentro de las comunidades
Cinco encuentros en sitios públicos del país fueron parte de los esfuerzos institucionales por salir al paso de los pueblos, en el marco del 45 aniversario de la UNA, hecho que fue destacado durante la ceremonia: “este año la Vicerrectoría de Extensión decidió ir al encuentro de las comunidades para poner de relieve la importancia que le concedemos al trabajo de acción social. Es uno de nuestros pilares en la actividad sustantiva, estos son la docencia, la investigación, la extensión, la vida estudiantil y la de administración. Es así como la Vicerrectoría Estudiantil se lanza a un trabajo ingente en las comunidades, y realiza un primer encuentro en la región central de nuestro país, en Santo Domingo de Heredia, seguido de un segundo encuentro en la región Chorotega, en Santa Cruz; un tercero en el Pacífico Central, Puntarenas; otro más en la región Brunca, Palmar Norte, y un último en Limón, todos con el apoyo de sedes regionales y municipalidades locales”, sostuvo Salom.
Para el rector “así como no puede haber universidad sin docencia, tampoco puede haber universidad sin investigación, donde se renueve el conocimiento constantemente, ni tampoco universidad sin extensión o acción social, donde además de renovarse el conocimiento, vamos al encuentro de las comunidades que más nos necesitan”.
