Las distintas medidas económicas implementas por los gobiernos anteriores, los impactos severos en la economía provocados por la pandemia del coronavirus y los recientes ajustes presupuestarios gestados por la actual administración, obligaron a la Universidad Nacional (UNA) a realizar una serie de ajustes económicos para que la institución pueda continuar con su norte.
En relación con las principales acciones de contención del gasto, la Vicerrectoría de Administración (VAD) de la UNA explicó que durante 2021, 2022 y 2023, no se realizaron ajustes por inflación a las bases salariales ni en el valor del punto de carrera administrativa, en concordancia con lo estipulado en el título IV de la Ley 9635, ni se incrementó el monto del pago por dietas.
Se modificó el reglamento de carrera académica aumentando los años de tiempo servido y la producción académica requerida para ascensos en el régimen. También, se nominalizaron varios conceptos de pago, en concordancia con lo estipulado en la Ley 9635 (anualidades, sobresueldos).
Asimismo, se redujo la anualidad de un 4% a 1.94% para profesionales y 2.54% para no profesionales, se redujo el reconocimiento por “prohibición” de 65% a 30% y el porcentaje de reconocimiento por dedicación exclusiva. Otros aspectos de contención del gasto se han dado en la adquisición de vehículos, alquiler de espacios físicos, así como la suspensión de recepción y aprobación de sobresueldos, entre otros.
Sostenibilidad financiera
En cuanto a los ajustes en materia de políticas salariales, la VAD-UNA informó que en la actualidad entre 2020 y 2022 el gasto anual en remuneraciones se redujo en ₡2.270 millones. A la vez, el gasto en anualidades en 2022 fue cercano a los ₡800 millones inferior a 2021. Se han dedicado cada vez menos recursos al pago del tiempo extraordinario, pues entre 2018 y 2022 se redujo en ₡716 millones anuales. También, en 2022 disminuyó el gasto por concepto de dedicaciones exclusivas en más de ₡315 millones respecto a 2021. Además, en 2022, se gastaron cerca de ₡112 millones menos en sobresueldos, comparado con el año anterior.
Sobre los principales logros de la ejecución presupuestaria 2022-2023, Roxana Morales, vicerrectora de Administración de la UNA, detalló que a pesar de las dificultades que a nivel presupuestario generan las disminuciones y postergaciones de recursos del FEES, aunado a las restricciones impuestas por la aplicación de la regla fiscal, la institución ha continuado sin contratiempos brindando un servicio público de calidad. “No se ha visto comprometido el pago de los salarios de los funcionarios y en el caso de las becas a estudiantes, el presupuesto más bien ha incrementado”, resaltó la vicerrectora.
Por otra parte, se sigue apostando por la adquisición de nuevo equipo científico y tecnológico, así como las mejoras en la infraestructura institucional.
Morales indicó que entre los principales desafíos, se encuentra el desarrollo de un plan de inversión en infraestructura de mediano plazo que dé respuesta a una serie de necesidades urgentes como las condiciones de los laboratorios en diversas facultades.
