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Archivo de la noticia: Octubre 2010


Cambio y permanencia

 

Expositor regular de las Galerías Monique Goldstrom y Leonora Vega en Manhattan, Nueva York, el pintor herediano Miguel Hernández, académico de la Escuela de Arte y Comunicación Visual de la UNA, inaugura en Costa Rica su exposición “Cambio y permanencia”, a partir del 27 de octubre.

 


 
Por primera vez, el pintor herediano y académico de la Universidad Nacional (UNA), Miguel Hernández, expondrá sus obras en el país, a partir del 27 de octubre en el Museo Histórico Rafael Ángel Calderón Guardia. La inauguración de la exposición “Cambios y permanencia”, está prevista ese mismo día 27 de octubre  a partir de las 7 de la noche.

Miguel Hernández es conocido dentro y fuera del país, por el extraordinario dominio que posee de las técnicas de representación, particularmente aquellas relacionadas con el dibujo; de hecho este pintor, comenzó a cosechar éxitos con obras centradas en la imagen por excelencia de las formas clásicas de representación; el cuerpo humano, donde consiguió dominar cada detalle y toda relación de proporción de la figura humana con excelentes resultados.

Nacido en Heredia, Miguel Hernández, tiene una Licenciado en Artes Plásticas con especialidad en dibujo de la Universidad Nacional y una Maestría en Artes Plásticas en el Pratt Institute de Nueva York mediante una beca Fulbright- LASPAU.

Actualmente es Profesor Catedrático de dibujo de la Escuela de Arte y Comunicación Visual de la Universidad Nacional, y ha sido galardonado con varios premios y reconocimientos, entre ellos: Premio Nacional de Dibujo Aquileo J. Echeverría y la Medalla de Oro del Salón de Dibujo Tomás Povedano. Premio Nacional de Pintura Aquileo J. Echeverría y Premio Áncora, ambos como integrante del Grupo Bocaracá.

Sus obras se han expuesto en diversos Museos y Salas de gran prestigio en América Latina y Estados Unidos, por ejemplo en el antiguo Museo Sofía Imber de Caracas; en el Museo de Arte Moderno de Panamá; en el Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico; en el MOCHA Museum de Nueva York; en el MIURA Museo de Arte de Japón.

Hernández, expone con regularidad en la Galería Monique Goldstrom y la Galería Leonora Vega en Manhattan, Nueva York.

Representó a Costa Rica en la XLVII Bienal Internacional de Arte de Venecia, Italia; en la IV Bienal de Pintura en Cuenca, Ecuador y en la I Bienal de Arte de la Habana, Cuba.

Su obra forma parte de importantes colecciones privadas de arte en Latinoamérica y Estados Unidos, así como de instituciones públicas entre las que se encuentran el Museo Arte Costarricense, el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo de Costa Rica, los Museos del Banco Central de Costa Rica, la Caja Costarricense del Seguro Social; el Museo de Arte Latinoamericano de Long Beach, California y el Museo de Arte Contemporáneo de Puerto Rico.

Aunque desde los inicios de su carrera, Hernández se centró en la imagen del cuerpo humano, sometiéndolo a diversos contextos y espacios plásticos, de alguna manera trata de cuestionar ese espacio de privilegio donde se ha idealizado lo humano.

 A lo largo de sus años de trabajo profesional, se nota que dentro de diversos formatos estilísticos y distintos modos de expresión gráficos y pictóricos, Hernández continuó su exploración técnico-expresiva y conceptual.

En  pinturas recientes plantea la violencia camuflada en armas letales hechas de objetos inofensivos y cotidianos que ocultan o disfrazan el elemento violento tras una apariencia engañosa. Con estas obras Hernández propone el tema del absurdo de la conducta humana con el uso de objetos insólitos, a la vez que denuncia una cultura del engaño, la falsedad y el encubrimiento.

En trabajos más recientes Miguel Hernández propone imágenes con extrañas escenas en las que grupos de desnudos deambulan de manera incierta dentro de los límites de oníricos paisajes –desolados, misteriosos e irreales- que en algunas ocasiones parecen engullirles y atraparlos dentro de sus marasmos. Las escenas nos conducen a un mundo enajenado e incierto que proyecta también una sensación de absurdo y sin sentido.