La rectora de la UNA, Sandra León, el rector de la Universidad Técnica Nacional (UTN), Marcelo Prieto, y el decano de Estudios Generales de la UNA, Enrique Mata, participaron en la inauguración del V Encuentro de Humanistas: “Humanismo, ciencia y tecnología”, realizado del 17 al 19 de junio en la sede de la UTN.
Caminar hacia una “tercera cultura”, una síntesis de ciencia y humanismo, es imprescindible para solventar las crisis globales, según concluyeron expertos durante el V Encuentro de Humanistas, organizado por el Centro de Estudios Generales.
“Es imposible, el día de hoy, definir un humanismo que esté ajustado a las necesidades actuales del planeta sin volcarse hacia lo que la ciencia nos está indicando con mucha claridad”, aseguró Miguel Baraona, coordinador de la Cátedra Humanismo para el Tercer Milenio, durante el V Encuentro de Humanistas: “Humanismo, ciencia y tecnología, organizado por el Centro de Estudios Generales de la Universidad Nacional (UNA).
Con esta posición coincidió Rolando Araya, ingeniero químico y conferencista invitado al evento, para quien la convergencia entre ciencia y espiritualidad mostrada por los descubrimientos producidos desde el siglo XX, abre un panorama grandioso para poder conjuntar estas dos áreas –o culturas- que hasta el momento han estado divorciadas.
Por ejemplo, avances determinantes en el campo de la física, como la teoría de la relatividad y la teoría cuántica están en armonía con la espiritualidad -especialmente la oriental- ya que muestran la unidad e interrelación de todos los fenómenos, así como la naturaleza intrínsecamente dinámica del universo, como lo destaca el científico Fritjof Capra en su libro “El tao de la física”.
Estos descubrimientos de la física moderna contradicen la visión mecanicista y fragmentaria sobre la realidad que por siglos ha imperado en occidente, sustentada en la separación cartesiana entre mente y cuerpo o materia, la cual –según Capra- puede verse como la razón esencial de la crisis social, económica y cultural, ya que ha alienado al ser humano de la naturaleza y de sus congéneres.
Y es precisamente esa desconexión y desvalorización de “el otro” la causante de la avaricia, el racismo y la relación con los demás como objetos, que han conducido a hacer la guerra para dominar y conquistar, según el criterio de Melvin Paredes, quien participó en el V encuentro de Humanistas como delegado de la Universidad Politécnica de Nicaragua.
En la misma línea, la rectora de la UNA Sandra León, subrayó que hay que admitir que la violación sistemática de principios humanísticos básicos como la igualdad de derechos y la obligación del Estado de garantizarlos en forma equitativa para todos es la raíz de la cual se nutren los principales males globales. Lamentó que se haya cedido ante los grandes intereses económicos e ideológicos que promueven los conflictos bélicos y se benefician con ellos, los cuales también promueven las actividades productivas altamente lesivas para el medio ambiente.
Un hábitat viable para la humanidad, la reducción de la desigualdad obscena hacia la que se han deslizado las sociedades contemporáneas, en resumen, la paz, han de ser, precisamente, las grandes metas hacia las que el mundo debe moverse, a juicio de la rectora León.
Y para lograr estas metas, los especialistas coinciden en que es preciso caminar hacia lo que se ha denominado una “tercera cultura”, que constituya una síntesis del humanismo y la ciencia.
Baraona agregó que para llegar a esa tercera cultura debe haber un cambio de perspectiva política. “Se tiene que crear una conciencia política, hay que utilizar los instrumentos del estado y del poder, y debe haber una conciencia cívica sobre la absoluta necesidad de empezar a hacer algo para disminuir las emisiones de gases de invernadero, para establecer un mecanismo que permita una mejor redistribución del ingreso, y para que se formulen políticas contra el armamentismo y el belicismo que existe en nuestra época”.
