De 15 cantones incluidos en un índice sobre Ciudades Inteligentes (CIS), que elaboró el Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (Cinpe) de la Universidad Nacional (UNA), solamente uno obtuvo una nota superior a 50 (en una medición de uno a 100).
Se trata de Belén, en la provincia de Heredia, que, al promediar el resultado de ocho dimensiones definidas por la metodología aplicada, obtuvo una nota de 63,14.
Los restantes 14 cantonales analizados tuvieron notas que oscilaron entre 29,06 y 49,69.
La construcción de este índice fue una labor del Cinpe entregada a la Unión Nacional de Gobiernos Locales (UNGL) y a los 15 ayuntamientos que forman parte del proyecto mUEve, financiado con recursos de la Unión Europea.
La buena noticia para estos gobiernos locales es que, como parte del proyecto, se hizo entrega de una serie de recomendaciones, por medio de acciones estratégicas y proyectos específicos para cada cantón, de manera que subsanen las brechas detectadas en el índice.
Las dimensiones utilizadas para determinar si una ciudad es inteligente fueron: economía, capital social, transporte, tecnologías de información y comunicación (TICs), ambiente, seguridad ciudadana, educación y gobernanza.
Además de Belén, se incluyeron en el análisis Cartago, San Pablo, Montes de Oca, San José, Curridabat, Heredia, Santo Domingo, La Unión, Flores, Paraíso, Oreamuno, Alajuela, Tibás y Goicoechea.
En total, se hizo entrega de 262 proyectos, de acuerdo con Olman Segura, académico del Cinpe y coordinador del grupo de trabajo que hizo la presentación de los resultados, el pasado 31 de julio, junto con autoridades municipales y autoridades de la UNGL. En promedio, cada cantón recibió la recomendación de 17 proyectos.
“Hicimos una adaptación propia de manera que podamos compararnos entre cantones, no con el objetivo de competir entre sí, sino de establecer indicadores comunes sobre los cuales cada municipalidad trabaje a partir de los resultados y las recomendaciones, para el cumplimiento de las dimensiones y que les permitan avanzar hacia una categoría de ciudades inteligentes”, reforzó Segura.
El equipo de trabajo del Cinpe lo completaron Daniela García, Jairo Hernández, Roxana Acuña, Shirley Méndez e Ivannia Bolaños.
Marco Otoya, director del Cinpe, agregó que “hemos recopilado estados de situación que nos permiten identificar los retos y avances en el desarrollo sostenible e inteligente de nuestros territorios que incorporen la gestión eficiente de los recursos, la movilidad urbana y la integración de las tecnologías avanzadas en la vida cotidiana de los ciudadanos”.
Para Otoya, ya existen múltiples indicadores a escala mundial que tratan de determinar si una ciudad es inteligente o no. Sin embargo, estaba pendiente vincularlos con criterios de sostenibilidad, labor que desarrolló el Cinpe con la construcción de este índice.
Por ello este trabajo está alienado con los objetivos de desarrollo sostenibles (ODS) número 11 “Ciudades y comunidades sostenibles” y 17 “alianzas para lograr objetivos”, así como a la Agenda 2030 de la Organización de Naciones Unidades (ONU).
“El proyecto del CIS adaptado al contexto costarricense lo iniciamos en el 2019, primero con 10 territorios. Un hito significativo en nuestro camino fue la alianza con la UNGL, que nos permitió ampliar nuestra visión y fortalecer la implementación. Es así como extendimos el alcance a 15 cantones, lo que nos facultó a profundizar la calidad del análisis que presentamos”, indicó Otoya.
Territorios bajo la lupa
Esos 15 territorios abarcan una población de 1.719.018 habitantes, en un área comprendida de 1.846,73 kilómetros cuadrados.
Si se hace una valoración según las dimensiones, la que promedia la mejor nota es la de “ambiente” con un 47,2. En este caso, las variables que se miden son la cantidad de toneladas de dióxido de carbono emitidas por el sector transporte, acceso a agua potable, aprovechamiento de residuos electrónicos, índice de biodiversidad y cantidad per cápita de toneladas de residuos sólidos.
En contraste, la nota promedio más baja fue “transporte” con un 29,9, donde se mide la multimodalidad de los sistemas de transportes, la cantidad de semaforización inteligente, la disponibilidad de centros de recarga rápida para automóviles eléctricos, la cantidad de accidentes de tránsito por cada 10 mil habitantes y el porcentaje de ciclovías respecto al total de vía cantonal.
De acuerdo con Olman Segura, ocurre que para una municipalidad determinada dimensión es una fortaleza, mientras que, para otra, es una debilidad. Ese análisis riguroso y específico generó las recomendaciones focalizadas en cada caso particular.
Para Karen Porras, directora de la UNGL, iniciativas como el CIS “fomentan la transparencia y la rendición de cuentas, lo que faculta a los ciudadanos a ver los avances de las iniciativas en sus propias comunidades. Es así como se fomenta la confianza hacia las instituciones locales y se promueve la cultura de participación ciudadana”, afirmó.
Además del índice, el Cinpe de la UNA elaboró un Observatorio Cantonal, que abarca a las 84 municipalidades del país. Las personas pueden acceder a él y verificar cómo está su cantón en ejes como seguridad, salud, demografía, educación y ambiente. El enlace es: https://observatorio.ungl.or.cr/