Con la ayuda de la arcilla, Zoleida Rodríguez, estudiante de Licenciatura en Arte y Comunicación Visual, se propuso sacar del anonimato a las mujeres víctimas de la agresión de sus esposos, compañeros sentimentales, novios, padres o desconocidos.
Plasticidad, refractariedad, resistencia, así como múltiples posibilidades de acabado y de transformación, características propias de la arcilla, fueron retomadas por Zoleida Rodríguez Ramírez, joven estudiante de la Universidad Nacional (UNA), para recrear el mundo oculto de infinidad de mujeres que a diario son víctimas de la violencia, el sufrimiento y la depredación machista.
Estudiante de Licenciatura en Arte y Comunicación Visual, Zoleida se propuso sacar del anonimato –con la ayuda de la arcilla- a muchas mujeres adultas, jóvenes, adolescentes y niñas que lamentablemente han muerto a manos de sus esposos, compañeros sentimentales, novios, padres o desconocidos, a todas las mujeres que han vivido o están viviendo algún tipo de agresión y aquellas que han superado la violencia.
Desde la cerámica escultórica y con el sugestivo nombre de “El Banquete”, esta joven estudiante y ahora artista plástica, moldeó diversas partes del cuerpo que mayormente son afectadas o mutiladas en actos violentos, y recreó a través de una cena formal en un restaurante gourmet, el sufrimiento físico y sexual de las mujeres víctimas de violencia intrafamiliar.
Se trata de una propuesta plástica, que presenta a la mujer fragmentada y servida en doce platos, como el platillo principal de un banquete donde el comensal tácito es un hombre o mujer machistas. “La idea es interpretar la violencia hacia la mujer desde la representación perceptual del cuerpo femenino, mostrando el daño infringido a las mujeres como una de las condiciones para su dominio y posesión en un acto de depredación”, comentó Rodríguez.
Ojos, senos, manos, pies, corazón, vagina, configuran la muestra artística, que se presentó recientemente en la Casa de la Cultura de Heredia, y que significó para Rodríguez su proyecto final de graduación de Licenciatura en Arte y Comunicación Visual de la Universidad Nacional (UNA), el cual fue calificado por el tribunal examinador como un proyecto que denota una alta sensibilidad y una visión distinta para exponer un tema tan actual y tan cercano como es la violencia contra las mujeres.