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Archivo de la noticia: Marzo 2014


Corrupción socava confianza de ticos

 

Costarricenses consideran que la situación del país se mantendrá igual o empeorará, debido principalmente a la corrupción y a la falta de atención de las necesidades de la población,  según encuesta del IDESPO.


 

La interminable lista de casos de corrupción, la persistente sordera del gobierno ante las demandas del pueblo y la inadecuada administración de los recursos públicos han hecho mella en la confianza de la población costarricense: la mayoría ve el futuro del país con pesimismo, escéptica de que este escenario pueda cambiar para bien.

Así lo revela la encuesta “Percepción sobre algunos aspectos de las culturas políticas en Costa Rica”, realizada por investigadores del programa Umbral Político del Instituto de Estudios Sociales en Población (IDESPO) de la Universidad Nacional (UNA), donde más de un 60% de las personas entrevistadas manifestó que la situación de Costa Rica empeorará (37,1%) o se mantendrá igual (25%) en los próximos 10 años.

La investigadora Sindy Mora, de Umbral Político, llama la atención sobre el hecho de que el estudio evidencia un imaginario pesimista dominante en la población, a pesar de que la encuesta fue realizada en octubre de 2013, en medio de  una campaña que apelaba a la alegría y a la esperanza, con discursos de renovación y  posibilidades de cambio.

Pero es que las razones que fundamentan esa percepción negativa de los entrevistados con respecto al futuro de Costa Rica no son caprichosas, sino que se han venido enquistando en el estado costarricense a lo largo de las últimas décadas. Quienes consideran que la situación del país no cambiará o lo hará solo para empeorar señalan como razones principales la corrupción y la falta de atención de las necesidades de la población por parte del gobierno.

Estos dos elementos se han mantenido como prácticas continuadas, independientemente del gobierno de turno, lacerando poco a poco la confianza de los ticos en los políticos.

Durante la administración Chinchilla, casos con amplia difusión mediática como  las irregularidades en la construcción de la llamada “trocha fronteriza” o los cuestionamientos a la concesión de la carretera a San Ramón, recibieron la censura de la población, no solo en manifestaciones populares sino incluso a través de las redes sociales.

Sitios en Facebook como El infierno en Costa Rica, Indignados CR, Malamansados, Patria Libre de Corruptos (PLC), Don Burro diputado y Muro de los corruptos (MCC) evidencian el uso del humor como herramienta para sancionar conductas como la corrupción y la falta de diálogo,  según mostró el estudio “Redes sociales, política y corrupción”, realizado en 2013 por el programa Umbral Político del IDESPO.

Para la investigadora Mora, el hecho de que las razones de la percepción pesimista sobre el futuro sean fundamentalmente de carácter político no significa que las personas consultadas no tengan preocupaciones de índole económica.

De hecho, sus inquietudes de orden socioeconómico surgen al cuestionárseles sobre la Costa Rica que desean. Es aquí donde al malestar político se une el malestar generado por problemas cotidianos que atentan contra el bienestar y la vida digna, como es el caso del desempleo o la desmejora en servicios básicos, como educación y salud.

La característica que más desean los ticos que tengan Costa Rica en los próximos 10 años es, indiscutiblemente, “mejores condiciones de empleo” (49%). Le siguen “mayor seguridad ciudadana” (32%), “mejores condiciones socioeconómicas” (29,8%),  “mejor infraestructura pública” (28,7%), “mejores condiciones del sistema educativo” (24,5%). Y los costarricenses insisten en incorporar “mejor desempeño político” (20,4%), conscientes de que el gobierno y las instituciones públicas tienen responsabilidad de garantizar el bienestar de la población.

 “Hay una expresión socioeconómica del malestar político, que tiene que ver con las fuentes de empleo, con la seguridad, pero también con el fortalecimiento de la democracia mediante un mejor desempeño político, una mejora en la administración de los recursos y una atención de las demandas”, subraya la investigadora.

Se evidencia, entonces, que los costarricenses no quieren un gobierno que venga a solucionar únicamente los temas de carácter económico, sino que además haya escucha, apertura e incorporación de las demandas de la población en la gestión de los recursos públicos.

Y en medio de las ideas pesimistas dominantes, los ticos aún guardan la esperanza el sistema democrático… El 85% de las personas entrevistadas emite su voto como una forma de ayudar a construir la Costa Rica que desea, según revela la encuesta.  “En otras palabras, votan por el candidato que les acerque más a ese futuro ideal que han construido en su mente”, concluye José Andrés Díaz, investigador del IDESPO.