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Archivo de la noticia: Marzo 2014


Educación con sello humanista

 

La Escuela Normal imprimió un sello humanista a la formación de educadores, según relató José Antonio Muñoz, exalumno normalista, durante la lección inaugural del primer ciclo lectivo en el CIDE, en conmemoración del centenario de esa institución.


 

A 100 años de su fundación, la Escuela Normal permanece vigente a través del espíritu humanista que transmitió a los educadores formados en sus aulas. Nacida en Heredia, esta institución pionera en la formación de maestros en el país es precursora del Centro de Investigación y Docencia en Educación de la Universidad Nacional (CIDE-UNA), que hoy mantiene el reto de continuar imprimiendo ese sello humanista por medio de sus docentes y graduados.


Esta perspectiva normalista del mundo fue el centro de atención de estudiantes, docentes y autoridades del CIDE, durante la lección inaugural del primer ciclo lectivo 2014, que versó sobre el tema "El centenario de la Fundación Escuela Normal", el 19 de febrero pasado en el auditorio Marco Tulio Salazar de esa unidad académica.


Exalumnos de la Escuela Normal, los educadores pensionados Pilar Fonseca y José Antonio Muñoz transmitieron sus vivencias y mostraron a la audiencia que más que “enseñantes” de un tema, los normalistas se convirtieron en transmisores de una visión de mundo centrada en el humanismo, como resalta el escritor y académico del CIDE, Carlos Rubio, integrante de la comisión de aniversario de centro de formación de docentes.


Sensibilidad hacia el arte, las letras y las ciencias y ante las injusticias sociales se mezclaban en la Escuela Normal con el espíritu innovador y la apertura hacia las nuevas tendencias en la investigación pedagógica.


Ese entorno ha marcado el rumbo de la normalista Pilar Fonseca, quien sigue convencida del determinante rol que juega el educador como arquitecto de una nación de paz y trabajo. “El maestro cultiva las mentes y los corazones infantiles”, subrayó.


José Antonio Muñoz también lleva grabado ese sello humanista y teme que se pierda, “atropellado por la tecnología”, en la sociedad actual. “Lo más valioso era el ser humano”, destacó, mientras contaba a los asistentes a la lección inaugural sobre la buena relación entre profesores y alumnos y cómo esta ayuda a crecer.


Y es que humanistas de la talla de Omar Dengo –quien tuvo a cargo la dirección por un amplio lapso-, Joaquín García Monge, Carlos Gallini, Roberto Brenes Mesén y Carlos Luis Saénz, entre otros intelectuales, comprometidos con su trabajo  en la Normal, “pensaban en voz alta” durante las lecciones que impartían, contagiando a los alumnos  del espíritu normalista.

 

También iluminaron las mentes de aquellos maestros en formación, en las primeras décadas del siglo XX, figuras femeninas destacadas como Carmen Lyra, Adela Ferreto y  Teresa Obregón,  esposa de Dengo y primera mujer que llegó a ser diputada en el país.