La Escuela de Ciencias Ambientales ejecuta el proyecto “Desarrollo de Índices Regionales y Nacionales sobre Acumulación de Carbono en la Biomasa y Cálculo de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero en Ecosistemas Forestales”.
En los últimos años se reconoce el potencial de mitigación de ecosistemas forestales, donde la inclusión de un mecanismo de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD+) dentro de los acuerdos internacionales es el mejor ejemplo.
En este contexto, Costa Rica se reconoce por su trayectoria y se usa como referencia para establecer de sistemas similares por ser el primer país en comercializar créditos provenientes de este mecanismo.
La Escuela de Ciencias Ambientales de la Universidad Nacional (Edeca-UNA) ejecuta el proyecto “Desarrollo de Índices Regionales y Nacionales sobre Acumulación de Carbono en la Biomasa y Cálculo de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero en Ecosistemas Forestales”, el cual fue seleccionado para desarrollar ecuaciones de biomasa que serán utilizadas en el sistema de métricas de la Estrategia REDD+ y el Inventario Nacional Forestal.
Preliminar
“El trabajo se realiza en bosques naturales de altura, definidos como todos aquellos por encima de 1000 metros sobre el nivel del mar y en bosques secos (Pacífico norte), ya que son los ecosistemas menos estudiados a nivel nacional”, explicó William Fonseca, coordinador del proyecto y director de la Edeca-UNA.
El objetivo es generar valores de referencia (factores de expansión de biomasa y ecuaciones alométricas) para la estimación de biomasa y carbono en los ecosistemas forestales (bosques y plantaciones) para los que esta aún no existe, de manera que aumente la precisión de los inventarios de carbono a nivel nacional, regional y en bosques privados con información local y accesible.
Para este proyecto se seleccionaron bosques de distinta edad y plantaciones forestales de diferente edad y manejo. Los sitios elegidos intentan representar la variabilidad de crecimientos en biomasa según las condiciones ambientales predominantes.
En el 2014, y en acuerdo con con el Ministerio de Ambiente y Energía y el convenio de financiamiento con la Agencia Alemana de Cooperación (GIZ), se habían establecido 108 parcelas y recolectado información de 226 árboles.
Adicionalmente, se generan los valores de referencia (factores de expansión de biomasa y ecuaciones alométricas) para las especies Alnus acuminata y bambú (Dendrocalamus latiflorus y Guadua agustifolia/ G. aculeata), ambas en plantación. “Para las especies Cupressus lusitánica, Pinus caribea y Eucalyptus deglupta, se realiza la recolección de información de campo y se presentan resultados preliminares”, detalló Fonseca.
