El 20 de mayo se celebró el Día Mundial de las Abejas, y el Centro de Investigaciones Apícolas Tropicales de la Universidad Nacional (Cinat-UNA), realizó el primer Conteo nacional de abejas como una iniciativa para que a población conozca su valor y ayude a la conservación de sus poblaciones.
Del 20 al 23 de mayo y aprovechando que la mayoría de las personas se encuentran en sus hogares debido a la pandemia generada por la covid-19, el Cinat-UNA desarrolló una guía con 10 especies de abejas fáciles de reconocer, y que, a su vez, representan gran parte de la diversidad de abejas que tiene el país, esto con el objetivo de que las personas pudieran reconocerlas en su patio, jardín o alrededores de su hogar. Luego debían llenar un formulario con las especies encontradas.
En este primer conteo participaron casi 120 personas, y si bien hubo representación de todas las provincias del país, la mayoría de ellas registró avistamientos en San José, seguido por Alajuela y Heredia.
El rango de horario donde se registró la mayor cantidad de avistamientos fue entre las 8 y 11 de la mañana. Gracias a la activa participación ciudadana, se documentaron 6 516 observaciones, de las cuales el 31% (1988) corresponden a la especie Tetragonisca angustula, conocidas como Mariolas o Mariasecas. La segunda especie más documentada fue la abeja de la miel (Apis mellifera) con 1443 observaciones para un 22%.
Dentro de las especies con menos observaciones se encuentra el Jicote barcino (Melipona costaricensis), la cual corresponde a una de nuestras abejas nativas sin aguijón, esta presenta una distribución principalmente en la parte Norte y Sur del país, mientras la mayoría de las observaciones se llevaron a cabo en el Valle Central.
Otra de las especies con menos observaciones fueron los Chiquizá (Bombus sp.), estas son abejas asociadas principalmente a zonas altas y frías, principalmente en la zona montañosa.
Para los investigadores del Cinat-UNA esta es una iniciativa de mucho valor, pues con el paso de los años, se puede documentar información que arrojará datos del estado de las poblaciones de abejas, los cuales se pueden utilizar en la toma de decisiones y en la implementación de estrategias para ayudar a su conservación.