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Archivo de la noticia: Abril 2013


Educación superior por el bien común

 

Tras cuatro décadas de haber abierto sus puertas con el compromiso de dar acceso a la educación superior a los sectores más vulnerables, la UNA celebra su 40 aniversario. 


 

Abrió sus puertas el 14 de marzo de 1973 con el compromiso de dar acceso a la educación superior a los grupos sociales más vulnerables y hoy, cuatro décadas más tarde, la Universidad Nacional (UNA) se consolida como la “Universidad Necesaria” al abrir espacio a muchos jóvenes con becas y servicios estudiantiles, y al contribuir al desarrollo de las comunidades menos favorecidas con programas de docencia y proyectos de investigación y extensión.

Heredera de la Escuela Normal de Costa Rica y de la Escuela Normal Superior, la UNA reafirma su compromiso de llegar a los más necesitados al expandir sus fronteras a diferentes regiones del país, por lo que cuenta con sedes en Heredia (campus Omar Dengo y campus Benjamín Núñez) y en las regiones Chorotega (Nicoya y Liberia), Brunca (campus Pérez Zeledón y Coto) y Huetar Norte y Caribe (Sarapiquí).

La UNA ofrece múltiples oportunidades de ayuda a estudiantes, tanto de zonas rurales como urbano marginales, que desean cursar una carrera universitaria, mediante un sistema de becas consolidado que hoy beneficia a más del 50% de su población estudiantil.

Además, el sistema de admisión a la UNA se ha fortalecido, con base en el acuerdo SCU-139-2007 del Consejo Universitario, mediante el cual entra en ejecución la aplicación de un modelo estadístico orientado a la tipificación y estratificación con afirmación positiva, que beneficia a más de 3 mil estudiantes por año, provenientes en su mayoría de colegios públicos de todo el país, en especial de los sectores más vulnerables.

La creación de conocimientos a través de la investigación, y su transferencia a los diferentes grupos de la sociedad, es fundamental en el quehacer de la UNA.

A través de sus cerca de 300 proyectos de investigación, la institución genera y transfiere a la sociedad el conocimiento y la tecnología requeridos para satisfacer las necesidades nacionales y coadyuvar en su desarrollo humano, económico y social, mediante iniciativas que respondan a las necesidades del país.

Por otra parte, la extensión forma parte de ese vínculo indisoluble universidad-sociedad, mediante el cual la UNA cumple su mandato de interrelacionarse crítica y creadoramente con la comunidad, de perseguir una formación integral en la labor docente y estudiantil así como una investigación comprometida con los cambios que reclama el desarrollo nacional.

Los cerca de 100 programas de extensión UNA son multidisciplinarios y se dirigen, principalmente, a los sectores sociales más necesitados, de conformidad con sus principios.

El pasado 15 de marzo, la UNA celebró la apertura de la programación de su 40 aniversario, acto que fue interrumpido por la irrupción violenta de un grupo de manifestantes –incluidos algunos estudiantes-,  cuya actuación generó el repudio de miembros de la comunidad universitaria.

En una circular dirigida a la comunidad universitaria,  la rectora Sandra León y el vicerrector académico, Francisco González, reconocen que el desarrollo de un espíritu crítico y propositivo entre estudiantes es un imperativo en toda universidad pública, pero subrayaron  que “este principio de ninguna manera puede ser excusa para posturas desproporcionadas, verticales y especialmente amenazantes, reduciendo el diálogo a una simple expresión vacía, carente de respeto y de tolerancia”.