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Archivo de la noticia: Abril 2014


Hacia la alerta temprana

 

Estaciones sísmicas instaladas por el OVSICORI en la zona sur del país podrían convertirse en novedoso sistema de alerta temprana, en pocos años.


 

Suena a ciencia ficción. Usted trabaja en su oficina. Se activa una alarma en su teléfono celular. Tiene 30 segundos para buscar un lugar seguro. Ese es el tiempo que demorarán las ondas sísmicas de un terremoto en arribar hasta donde usted se encuentra.

Aunque la prioridad de un ambicioso proyecto que desarrolla el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI) en la zona sur es otra, la iniciativa podría ser un paso clave para un innovador sistema de alerta temprana. Se trata de la instalación de 15 estaciones sísmicas, capaces de transmitir en tiempo real hasta el OVSICORI en Heredia, la actividad de esa región. “Un celular podría avisar cuánto tiempo falta para que lleguen las ondas sísmicas de un terremoto. Se está instrumentando bastante bien el país, hay capacidad humana para desarrollar estos sistemas. En unos 10 años podríamos verlo en Costa Rica”, sostiene Marino Protti, sismólogo de OVSICORI.

En México y Japón, estos mecanismos de alerta temprana son una realidad. Fábricas y edificios públicos, cuentan con sirenas que dan aviso en caso de terremotos ocurridos a distancias cercanas a los 150 kilómetros. “Las ondas sísmicas se desplazan de 3 a 6 km por segundo, entonces, en ocasiones pueden transcurrir de 20 a 40 segundos, desde el momento en que ocurre el sismo hasta que uno lo siente. Se alerta que las ondas sísmicas van de camino. Si existen planes de emergencia, se pueden salvar vidas”, afirma Protti. Y es que las aplicaciones en esos países son incontables: evacuación de hospitales, suspensión de operaciones quirúrgicas, cierre de gasoductos,  interrupción del servicio ferroviario, todas, decisiones que se toman en segundos. 

La instalación de las 15 estaciones sísmicas arrancó a inicios de abril. El potencial sísmico en la zona Sur, hace inminente un terremoto en algunos años. Por ello, conocer con mayor precisión la sismicidad de esa región resulta urgente.

“Bajo la Península de Osa hubo terremotos  más o menos cada 40 años; se tienen reportes de 1856, 1904, 1941 y 1983, el último fue el del Sábado Santo de ese año, es decir, hace 31 años. Es un buen momento para caracterizar esta zona, de aquí a 10 ó 15 años, antes de que vuelva a ocurrir el próximo terremoto”, concluyó Marino Protti.
Hacia la alerta temprana

Estaciones sísmicas instaladas por el OVSICORI en la zona sur del país podrían convertirse en novedoso sistema de alerta temprana, en pocos años.

Suena a ciencia ficción. Usted trabaja en su oficina. Se activa una alarma en su teléfono celular. Tiene 30 segundos para buscar un lugar seguro. Ese es el tiempo que demorarán las ondas sísmicas de un terremoto en arribar hasta donde usted se encuentra.

Aunque la prioridad de un ambicioso proyecto que desarrolla el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI) en la zona sur es otra, la iniciativa podría ser un paso clave para un innovador sistema de alerta temprana. Se trata de la instalación de 15 estaciones sísmicas, capaces de transmitir en tiempo real hasta el OVSICORI en Heredia, la actividad de esa región. “Un celular podría avisar cuánto tiempo falta para que lleguen las ondas sísmicas de un terremoto. Se está instrumentando bastante bien el país, hay capacidad humana para desarrollar estos sistemas. En unos 10 años podríamos verlo en Costa Rica”, sostiene Marino Protti, sismólogo de OVSICORI.

En México y Japón, estos mecanismos de alerta temprana son una realidad. Fábricas y edificios públicos, cuentan con sirenas que dan aviso en caso de terremotos ocurridos a distancias cercanas a los 150 kilómetros. “Las ondas sísmicas se desplazan de 3 a 6 km por segundo, entonces, en ocasiones pueden transcurrir de 20 a 40 segundos, desde el momento en que ocurre el sismo hasta que uno lo siente. Se alerta que las ondas sísmicas van de camino. Si existen planes de emergencia, se pueden salvar vidas”, afirma Protti. Y es que las aplicaciones en esos países son incontables: evacuación de hospitales, suspensión de operaciones quirúrgicas, cierre de gasoductos,  interrupción del servicio ferroviario, todas, decisiones que se toman en segundos. 

La instalación de las 15 estaciones sísmicas arrancó a inicios de abril. El potencial sísmico en la zona Sur, hace inminente un terremoto en algunos años. Por ello, conocer con mayor precisión la sismicidad de esa región resulta urgente.

“Bajo la Península de Osa hubo terremotos  más o menos cada 40 años; se tienen reportes de 1856, 1904, 1941 y 1983, el último fue el del Sábado Santo de ese año, es decir, hace 31 años. Es un buen momento para caracterizar esta zona, de aquí a 10 ó 15 años, antes de que vuelva a ocurrir el próximo terremoto”, concluyó Marino Protti.