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Agosto 2019


Jóvenes promesas debutan en dirección teatral este fin de semana

Laura Ortiz C. /UNA COMUNICA

Una carnicería humana, la lucha por el equilibrio ecológico y las nuevas tecnologías, como impedimento para la comunicación entre las personas, son los ejes que abordan las propuestas ganadoras del concurso UNA Puesta al Fuego 2019, las cuales se empezarán a presentar este fin de semana en el Teatro Atahualpa de Cioppo de la Escuela de Arte Escénico de la Universidad Nacional.

Fernando Ávila, José David Chinchilla y Kimberly Cascante fueron quienes ganaron con Ayer puede ser hoy, Juguemos y después comemos, Días felices, respectivamente. Sus obras se presentarán del 23 al 25, 30 y 31 de agosto y 1 de setiembre en el Teatro Atahualpa de Cioppo, con funciones de viernes a sábado a las 7 p.m. y domingos a las 5 p.m. 

Juguemos y después comemos

Esta obra, dirigida por José David Chinchilla, nace -según explica- por una necesidad personal de escenificar el terror dentro del teatro. “Este sería un proyecto para desenvolverme en un área teatral que no es tan común en Costa Rica. El deseo es provocar incomodidad dentro de la sala, se quiere que realmente el público se sienta dentro de una cacería humana”.

La propuesta, interpretada por Juan Manuel Jiménez, Nathaly Chacón, Michelle Rodríguez, Melvin Parrales y Dazzlyn Calvo, se basa en una cena familiar que se interrumpe por una visita de seres ajenos a su entorno. Ellos lo único que desean es jugar con la familia, pero las actividades no son las más comunes, ya que los juegos únicamente satisfacen a estos dos seres y termina en una “cacería humana”. Este trabajo fue el producto final de una investigación que se llevó a cabo en el curso Puesta en escena, impartido por David Korish en el 2018, donde se tomó como punto de partida el teatro Grand Guignol, que tuvo su auge a finales del siglo XIX y principios del XX en Francia. 

Días felices

Kimberly Cascante dirige esta obra del autor irlandés Samuel Beckett. Winnie y Willie parecieran ser la última pareja sobre la faz de la tierra, en un escenario distópico y desértico, en donde la espera de la muerte es sostenida por un juego escénico; Winnie resiste a través del rito y la repetición, mientras que Willie se somete a una completa indiferencia, respondiendo por momentos a los estímulos que su pareja le envía.

“Nos encontramos en un momento en la historia de la humanidad, en que hemos agotado casi al tope los recursos naturales y el equilibrio ecológico del planeta, a causa, principalmente, del consumismo extremo, en donde el poseer le permite al sujeto ser y obtener además estatus social y cierto tipo de poder. A partir de la inmovilidad que el mismo Beckett propone, quiero demostrar este punto límite entre lo que es, lo que fue y lo que podría esperar a la humanidad entera en un futuro no muy lejano, de continuar con estas dinámicas sociales”, explica Cascante.

La obra será interpretada por Luis Roberto Ureña y Franscinie Brenes.

Ayer puede ser hoy

La propuesta de Fernando Ávila Borbón abarca el tema tecnológico. "En un mundo tan globalizado como en el que vivimos, los medios de comunicación si bien suelen unir a personas que están en diferentes lugares del mundo, al mismo tiempo propician la separación de las personas que están más cerca, ya sea por mantener una apariencia, o por no ser capaces de reconocerse a pesar de compartir una misma casa o hasta en la misma cama; es aquí donde nace este proyecto, para tratar de que el espectador reflexione sobre cómo lleva su vida y lo inste a replantearse si es así como quiere llevarla”, dijo Ávila.

La obra narra la historia de Elena y Roberto, interpretados por Diana Aguilar y Mauricio Gómez, quienes buscan tener una cena romántica, pero los elementos tecnológicos impiden cada vez más que puedan acercarse al otro, haciendo palpable la distancia que ha perforado entre ellos. Conforme pasa la “cita”, Elena y Roberto se desconocen cada vez más hasta no saber quién es la otra persona o donde están. ¿Serán Elena y Roberto capaces de volver a ese ayer sin tecnología que tanto añoran?

Sobre UNA puesta al fuego

“La idea es promover un concurso que entrelace un ejercicio de producción con ejes formativos, donde los estudiantes se involucren desde la concepción y la dirección del montaje, hasta la actuación y los aspectos de diseño y producción; se ha convertido en un laboratorio para propuestas nuevas y arriesgadas por parte de los estudiantes”, comentó Isaac Talavera, coordinador de Teatro en el Campus, de la Escuela de Arte Escénico.

El valor de la entrada para ver estas tres obras es de 3500 colones para estudiantes y 4 mil colones para el público general. Si desea mas información y reservas comuníquese el 8838-8875.