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Archivo de la noticia: Enero 2015


Acceso a la U para jóvenes rurales

 

Los universitarios Lorna Gómez, Julio Arana, Jenny Martínez y Michael Arley apoyan al programa UNA Esperanza Joven del CIDE, el cual contribuye a abrir las puertas de la educación superior a colegiales de zonas rurales.


 

Ganas de enseñar y compromiso social son las armas que utilizan los universitarios vinculados al programa Esperanza Joven para contribuir a abrir las puertas de la educación superior a colegiales de zonas rurales.

“Esperanza Joven ha venido dejando una huella en los jóvenes de áreas rurales”, asegura el estudiante de licenciatura en Pedagogía Julio Arana, quien forma parte del contingente de universitarios vinculados a este proyecto de extensión, que facilita el acceso de colegiales de zonas alejadas a la educación universitaria.

Desde el 2000, el programa “Mejoramiento Cualitativo en los Procesos Educativos de Secundarias Rurales: UNA Esperanza Joven” de la División de Educología del Centro de Investigación y Docencia en Educación (CIDE), imparte tutorías a colegiales de zonas económicamente deprimidas -entre ellas Upala y Guatuso- para que superen el rezago en algunas materias de undécimo año, con miras a que logren aprobar el bachillerato en enseñanza media.

También se prepara a los colegiales para el examen de admisión a las universidades públicas, así como en la construcción de un proyecto de vida.

“Queremos que estas zonas progresen y que sus estudiantes logren sacar el bachillerato, ingresar a la universidad y luego puedan ir a aportar a su pueblo”, afirma Michael Arley, estudiante de Enseñanza de la Matemática, quien además de ser tutor de los colegiales en esa materia, funge como estudiante-asistente del proyecto en la coordinación de los talleres de admisión.

La estudiante de Administración de Oficinas y Educación Comercial, Jenny Martínez, resalta la importancia de que el proyecto UNA Esperanza Joven se enfoque tanto en lo académico como en la parte personal, al motivar a los jóvenes para que tomen conciencia de que la educación universitaria es una herramienta esencial para procurarse un mejor futuro.

Y es que –como advierte Lorna Gómez, estudiante de Enseñanza de las Ciencias Exactas y Naturales- en ocasiones es difícil porque el mismo entorno lleno de limitaciones hace que algunos jóvenes crean que solo tienen la opción de sacar su bachillerato y ponerse a trabajar.

“Entonces esa también es la labor que tenemos como proyecto, ayudarlos a que se den cuenta que hay un más allá del colegio, que hay una universidad que los está esperando y que hay muchas posibilidades para ellos”.

A finales de 2014, el programa celebró sus 14 años con el conversatorio “El quehacer de la extensión universitaria con la participación sustantiva e integrada de estudiantes y académicos: UNA Experiencia en Esperanza Joven”.

El programa -coordinado por Olga Guevara- cuenta con el proyecto Promoción de la Educación Superior en Jóvenes de Secundaria en los cantones de Upala y Guatuso, a cargo de Elionay Quirós.