Una definición más amplia del principio de autonomía universitaria y la inclusión de los interinos –con voto- en las decisiones institucionales son parte de las propuestas de reforma al Estatuto Orgánico aprobadas durante la segunda fase del IV Congreso Universitario.
Nuevamente el IV Congreso Universitario sirvió para poner en discusión, en esta segunda fase, varios temas que, por años, han generado posiciones diversas a lo interno de la comunidad universitaria.
Si bien la metodología planteada por la Comisión Sistematizadora ayudó a ordenar el debate en bloques temáticos durante los cinco días que duró esta nueva fase (del 2 al 6 de diciembre de 2013), solo se logró finalizar dos artículos del título II (Acción sustantiva) y una parte del título III (Estructura institucional). Sin embargo, hubo consenso en que los temas discutidos fueron de los más polémicos y primordiales para la institución.
Se aprobaron propuestas de reforma al Estatuto Orgánico actual que incluyen, entre las fundamentales, una definición más amplia del principio de autonomía universitaria, la inclusión de los interinos (con voto) en las decisiones institucionales y una estructura institucional que conjunta tres modelos: gobierno, gestión académica y administrativo.
Además, se mantienen y redefinen el Consejo Académico (CONSACA) y el Consejo Universitario (este último con una nueva integración, en donde se excluyen al Ministro de Educación y al miembro de la comunidad nacional), así como se conserva la composición de la Asamblea Universitaria en las proporciones porcentuales de 60-25-15 (académicos-estudiantes-administrativos).
Estas propuestas de enmienda se suman a las de redefinición de principios, valores y fines, así como a las de mayor participación de las sedes regionales, que ya se habían aprobado en la primera fase (agosto de 2013).
Por el contrario, la Asamblea Universitaria se apartó de la propuesta en discusión al rechazar la creación del Consejo Rector como el órgano colegiado que decide las políticas de Universidad y también rechazó algunas ponencias, relacionadas con autonomía financiera, apoyo a la creación diversas organizaciones estudiantiles, aumento en el presupuesto institucional asignado al sector estudiantil, sendas propuestas sobre el plazo que deben tener los interinos de trabajar para la institución y la jornada de tiempo laboral (medio tiempo o tiempo completo) para incluirlos en la toma de decisiones, así como dos mociones para variar la conformación de la Asamblea Universitaria.
En esta segunda fase se percibió un avance en cuanto a la metodología; la mesa coordinadora puedo rechazar ponencia ad portas, por improcedentes o porque ya se habían discutido y se percibió un mayor orden a la hora de conducir el debate. Lo anterior gracias a que se dio un estricto apego a lo que se establece en el Reglamento de Funcionamiento del IV Congreso Universitario, ya aprobado en sesiones plenarias.
El Congreso Universitario, volverá a reunirse en plenario, por decisión de la propia Asamblea, del 24 y 28 de marzo del presente año.
Es importante recordar que para que las reformas planteadas por el Congreso Universitario entren en vigencia, es necesario que el Consejo Universitario formule el proyecto final que luego deberá ser aprobado por la Asamblea de Representantes y la Asamblea Universitaria.
