Del 11 al 15 de noviembre de 2024 se celebra en Costa Rica la Semana Nacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, con el objetivo de sensibilizar sobre los derechos y necesidades de este sector de la población. En el país, cerca de 670,640 personas viven con algún tipo de discapacidad, lo que representa el 18.2% de la población total. De ellas, alrededor de 27,000 cursan educación primaria y secundaria, y solo el 3% accede a las universidades públicas.
En este contexto, la Universidad Nacional (UNA) reitera su compromiso con la inclusión a través de su Programa de Inclusión y Apoyo Estudiantil, que atiende anualmente a un centenar de estudiantes con discapacidad.
La UNA estableció un marco institucional de apoyo para asegurar la accesibilidad y la inclusión de los estudiantes con discapacidad, tanto en el ámbito académico como en la vida universitaria. A través de la Comisión Institucional de Accesibilidad y Discapacidad (CIAD), creada en 2005, la universidad supervisa el cumplimiento de la normativa relacionada con la accesibilidad y garantiza que todos los estudiantes reciban una formación académica integral y sin barreras. La CIAD trabaja en coordinación con varias dependencias de la universidad, como los departamentos de Recursos Humanos, Orientación y Psicología, y el Programa de Desarrollo y Mantenimiento de la Infraestructura Institucional (Prodemi).
Además del apoyo durante el proceso de admisión, la UNA ofrece servicios continuos a quienes los solicitan a lo largo de su formación. Los estudiantes con discapacidad reciben apoyos específicos, como asistencia con escribientes, tecnología adaptativa, impresoras en relieve, lámparas especiales, magnificadores y calculadoras con sonido, entre otros. Para quienes tienen dificultades auditivas, la universidad ofrece intérpretes de Lengua de Señas Costarricense (Lesco) en las clases.
El Programa de Inclusión y Apoyo Estudiantil (PIAE) de la UNA atiende actualmente a más de 1.300 estudiantes con diferentes condiciones, entre ellas discapacidades visuales, auditivas, motoras, psicosociales, y trastornos de aprendizaje. En 2023, la universidad atendió a 248 nuevos estudiantes y brindó seguimiento a 175. La institución también observa un aumento en la atención de estudiantes con discapacidad psicosocial, tales como trastornos del espectro autista, depresión y ansiedad, que requieren un enfoque especializado y medidas adaptadas a sus necesidades.
Aparte de la atención académica, la universidad promueve una participación activa de los estudiantes con discapacidad en la vida universitaria, incluyendo actividades culturales, deportivas y sociales. “El objetivo es garantizar que la experiencia universitaria sea inclusiva y accesible, tanto en lo académico como en lo extracurricular”, mencionó Jazmín Ureña Castro, orientadora del Departamento de Orientación y Psicología. La UNA también realiza visitas a colegios y distribuye material inclusivo en zonas rurales para fomentar la integración de estudiantes con discapacidad en todos los rincones del país.
Lizeth Martínez Corrales, psicopedagoga del Departamento de Orientación y Psicología, recalca la importancia de la conmemoración de esta semana: “Es crucial que tanto la comunidad universitaria como el país reflexionen sobre los derechos de las personas con discapacidad y trabajemos en conjunto para mejorar la accesibilidad y el respeto hacia sus necesidades.”