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Archivo de la noticia: Octubre 2013


Prevenga un infarto por medio de ejercicio

 

Estudio confirma que ejercicio contribuye a disminuir incidencia de enfermedades coronarias.

 


 

En una investigación reciente hecha en pacientes con enfermedad arterial coronaria y que sufrieron un infarto agudo del miocardio o un evento coronario y que asistieron al Centro de Rehabilitación Cardiovascular de la Escuela de Ciencias del Movimiento Humano y Calidad de Vida de la Universidad Nacional, se encontró que los pacientes mejoraron su capacidad cardiorespiratoria en un 26% y también mejoraron la capacidad funcional en un 34%,  la cual fue medida por medio de la habilidad de caminar durante 6 minutos.

Al inicio del programa, los pacientes caminaban en promedio a una velocidad de 4.0 kph y luego de realizado el programa de 12 semanas de rehabilitación cardiaca los pacientes lograron caminar a una velocidad de 5.4 kph. Además, los  pacientes redujeron su presión arterial sistólica en 4 mmHg y la circunferencia abdominal en 1 centímetro después de realizado el programa.

Además, este estudio logro determinar que los pacientes que mejoraron más en estas variables fisiológicas fueron los pacientes que tenían una capacidad funcional y cardiorespiratoria más baja al inicio de la rehabilitación.

La incidencia de infarto agudo del miocardio en Costa Rica es alarmante. En 2012, aproximadamente 1586 personas murieron debido al infarto del miocardio representando un aumento de un 3.34% con respecto a 2011. Además, el 92.9% de estas muertes corresponde a personas mayores de 50 años y el 62.4% correspondió a individuos del sexo masculino.

Estudios epidemiológicos han logrado comprobar que la práctica regular del ejercicio ayuda a reducir la incidencia de enfermedad arterial coronaria en un 40% y también ayuda a disminuir los factores de riesgo coronario relacionados con el infarto agudo del miocardio. Incluso en personas que ya han tenido un infarto del miocardio y que se sometan a un programa de rehabilitación cardiaca que involucre ejercicio pueden disminuir entre un 22 a un 25% la mortalidad cardiaca.

La rehabilitación cardiaca comprende sesiones de ejercicio físico y sesiones de educación al paciente sobre la enfermedad cardiaca y sobre cómo ayudar a disminuir los factores de riesgo coronario. La realización de ejercicio regular al menos 30 minutos, 5 veces por semana a una intensidad moderada y con un gasto calórico de 1200 a 2200 kilocalorías por semana, puede ayudar a mejorar los lípidos sanguíneos aumentando el colesterol de alta densidad (HDL-C) y disminuyendo los niveles de triglicéridos. Además, se ha encontrado que el ejercicio regular disminuye la presión arterial entre 5 a 10 mmHg.

Los programas de rehabilitación cardiaca ayudan a mejorar la capacidad funcional y calidad de vida del paciente cardiaco.

La práctica regular de ejercicio puede ayudar a disminuir la incidencia de la enfermedad arterial coronaria y por ende la aparición de un infarto agudo del miocardio.

 

Además, el ejercicio contribuye en la reducción de la mortalidad cardiaca incluso en pacientes que ya han sufrido un infarto, así como proporciona una serie de beneficios fisiológicos en la salud de las personas.