Fernando Montero Cordero, investigador académico de la Escuela de Administración
Uno de los objetivos más importantes del Banco Central de Costa Rica (BCCR) es lograr la estabilidad de precios en la economía.
Dentro de los instrumentos que tiene el BCCR para administrar el nivel general de precios, es el uso de instrumentos monetarios, como por ejemplo la tasa de política monetaria (TPM), que es la tasa que cobra el Banco Central en sus préstamos a un día plazo en el Mercado Interbancario de Dinero y ésta influye directamente en la tasa básica pasiva y en la de colocación para los entes de intermediación financiera.
Una política monetaria restrictiva podría traducirse en un aumento de la TPM con el fin de controlar el crecimiento de precios y de crédito del sector financiero.
El mecanismo monetario ha surtido efecto sobre la inflación al punto de que el Banco Central ya ha logrado alcanzar sus propias metas de inflación establecidas para el presente período. La variación acumulada interanual de la inflación en el primer semestre del año alcanza la cifra de -1,52, monto que sobrepasa las expectativas del ente rector financiero.
El costo de oportunidad de tener una inflación controlada ha sido la volatilidad sufrida por el tipo de cambio, el cual ha tendido a la baja por un periodo prolongado de tiempo, principalmente en los últimos seis meses del presente periodo.
Para el 9 de diciembre del 2022 el tipo de cambio del colón respecto al dólar tenía un precio de venta de 595,62, al 1º de octubre cerró en 542,35, con un diferencial de -53,27. El promedio de comportamiento de dicho indicador en los últimos cuatro meses ha sido de 537,50 compra y 544,09 para la venta. El mayor diferencial se presentó el día 11 de julio con un monto de 9,51 colones por dólar.
Fuente: Datos tomados de la página oficial del Banco Central de Costa Rica
Las principales causas de esta caída se deben principalmente a:
- Ingreso de dólares producto de una mayor inversión extranjera directa, principalmente en equipamientos médicos, industrias intensivas en tecnología y telecomunicaciones, la mayoría provenientes de Estados Unidos (73%). Se proyecta que para este año se sobrepasen los $3.500 millones en este ámbito.
- El mercado privado también tiene una gran influencia en este aspecto, básicamente por la compra y venta de dólares (oferta y demanda). Hay fuertes capitales que han venido a Costa Rica en busca de inversiones turísticas, recreativas y de ocio.
- En este mismo sentido el turismo ha jugado un papel básico como “atrayente” de la moneda (dólares principalmente) de turistas que han incrementado la visitación en prácticamente todo el periodo, solo el primer semestre se recibió 1,3 millones de turistas que aportan alrededor del 6,3% del PIB.
- Aunque la Reserva Federal Estadounidense ha dado una pausa al incremento de las tasas de intereses, podría mantenerse una política contractiva generando menos posibilidades a los inversionistas de invertir en mercados como los centroamericanos. Esto es un hecho que impactaría directamente a toma de decisiones del BCCR respecto a la TPM y de la política cambiaria.
- En un menor grado, pero no menos importante es la volatilidad del colon, que continua según el modelo Garch en volatilidad media, tendiendo a la baja. Esto conduce a grados de incertidumbre, sobre todo porque las tasas de colones pierden atractivo en el mercado financiero.
¿Qué nos espera al cierre de año?
La estacionalidad podría compensar los efectos de la revaluación del colón respecto al exceso de dólares en el mercado, es decir las compras de insumos, bienes y servicios internos, la llegada de ahorros navideños, ahorros anuales, reparto de excedentes, dividendos y aguinaldos podrían ejercer presión y equilibrar la caída del tipo de cambio. Todo dependerá más de factores externos que internos, tales como el comportamiento del dólar en el mundo, los efectos de la geopolítica, el precio del petróleo y los conflictos bélicos internacionales.
Es necesario ante ellos tener mucha cautela y ser cuidadosos en compras y deudas en dólares, ya que la incertidumbre cada vez se hace más fuerte y no se visualiza que el BCCR haga algún tipo de intervención en el Mercado de Monedas Extranjeras (MONEX) para estabilizar el tipo de cambio, ya que su interés es claro: mantener la estabilidad de precios y “quedar bien” con la OCDE y organismos prestatarios internacionales.