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Archivo de la noticia: Abril 2014


La Universidad Necesaria es benemérita

 

La UNA fue declarada oficialmente Institución Benemérita de la Educación, la Tecnología, la Ciencia y la Cultura Costarricense, el pasado 10 de abril, en el Salón de Expresidentes de la Asamblea Legislativa.


 

Por su aporte constante a la educación y al desarrollo nacional desde su fundación, la Universidad Nacional (UNA) fue declarada institución benemérita de la Educación, la Tecnología, la Ciencia y la Cultura Costarricense, según consta en el artículo único del expediente 18.584 de la Comisión Permanente de Asuntos Sociales de la Asamblea Legislativa.


El acto oficial de declaratoria de benemeritazgo tuvo lugar el 10 de abril pasado, a las 6 p.m., en el Salón de Expresidentes de la Asamblea Legislativa, con la participación de autoridades universitarias, exrectores y exrectoras, estudiantes, académicos, personal administrativo, y las y los legisladores.


La iniciativa, propuesta por los diputados Claudio Monge y Yolanda Acuña, plantea en su exposición de motivos que la UNA es una institución pública de educación superior que genera y socializa conocimientos de importancia científica y cultural estratégica para el desarrollo nacional e internacional, sin distingo de género, etnias, credos o condición social.


“La UNA enriquece el país, a los estudiante, las regiones y las comunidades. Esa es una fortaleza de las universidades públicas, las cuales están pensadas para servir a la comunidad, al bien común. Eso las hace grandes, en un mundo donde todo es ya mercancía, donde predomina la ley del dinero y la ganancia, a costa del bienestar general”, comentó la legisladora Yolanda Acuña.


Como funcionaria jubilada de esta casa de estudios, ella destacó que “el sello UNA es indeleble, sus funcionarios, estudiantes y miles de graduados nunca le darán la espalda al compromiso social, a la lucha social por un país más justo, inclusivo y participativo”.


“Este benemeritazgo es un honor pero también representa un reto; a partir de ahora tenemos una mayor responsabilidad en las cuatro áreas del conocimiento -la tecnología, la ciencia, la cultura y la educación-, como institución heredera de la Escuela Normal”.


Para Jacqueline Bonilla, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Nacional (FEUNA), el benemeritazgo obliga a mantener la calidad y los principios fundamentales que impulsaron la creación de la universidad.


Según los considerandos del expediente del benemeritazgo, la creación de la UNA en 1973 se justificó por la ausencia de una institución universitaria que cubriera la necesidad de atender una población creciente de estudiantes graduados de secundaria, que deseaban continuar con estudios universitarios, y suplir las necesidades emergentes de la sociedad costarricense.


“La Universidad Nacional se ha caracterizado por la formación humanista ofrecida, así como por el desarrollo integral, que se refleja en el ámbito docente y estudiantil, a través de una amplia variedad de oferta académica y en la rigurosidad de sus planes de estudio”, destacó Carlos Avendaño, quien presidió el acto como presidente a.i. de la Asamblea Legislativa.


Para él en estas cuatro décadas la UNA “se ha constituido en un importante centro académico de América Latina, especializado en el abordaje de asuntos estratégicos para el desarrollo humano sostenible y ha contribuido con sus aportes al desarrollo del conocimiento y a mejorar la calidad de vida de los habitantes del país”. Por eso su primer rector el presbítero Benjamín Núñez la llamó “Universidad Necesaria”.


La UNA ha experimentado profundas transformaciones que buscan fortalecer su identidad y su posicionamiento como una de las principales instituciones educativas del país y de la región. Prueba de ello lo constituyen el Plan Global Institucional 2004-2011 y el Plan de Mediano Plazo 2013-2017, que compilan tanto las líneas de acción futura como las áreas estratégicas institucionales: Ambiente, territorio y sustentabilidad; Desarrollo científico tecnológico e innovación; Educación y desarrollo integral; Humanismo, arte y cultura; Producción eco-eficiente, agropecuaria y de recursos naturales; Salud ecosistémica y calidad de vida; Sociedad y desarrollo humano; Tecnologías de la información y comunicación.


“De este modo, a lo largo de cuarenta y un años, hemos sido capaces de madurar, crecer, perfeccionar y consolidar ese sueño que algunos visionarios y visionarias tuvieron en 1973, cuando ya el mundo en general, y sobre todo América Latina, empezaba a retroceder en cuanto a los nobles y generosos propósitos, que constituían los cimientos espirituales del Estado benefactor”, comentó la rectora de la UNA Sandra León.


La jerarca aprovechó para reafirmar el compromiso que distingue a la institución. “Tengan la certeza que este benemeritazgo que recibimos con alegría y orgullo, significa también la renovación de nuestros votos con nuestros ideales fundacionales, con el compromiso irrenunciable con la excelencia y la pertinencia en la construcción de conocimientos y saberes, con la formación de profesionales al servicio del país con los altos valores éticos y humanistas, en fin con ser siempre una universidad cada vez más necesaria”.