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Archivo de la noticia: Febrero 2011


Por la conciencia respiramos

 

Costa Rica sobrepasa la huella ecológica y el Ministerio de Salud amplía tiempo para la aplicación de la Ley de Gestión Integral de Residuos, la cual pretende aumentar la conciencia ambiental para lograr un mejor equilibrio entre los recursos de que disponemos y el uso que les damos.



 

 Los indicadores del XVI Informe del Estado de la Nación demuestran que Costa Rica presenta una huella ecológica que supera su capacidad, lo cual significa que la demanda de los recursos naturales que necesita la población para su sobrevivencia y desarrollo es superior a la disponibilidad y capacidad de regeneración natural del ambiente. Costa Rica presenta un déficit de un 12% entre ambos indicadores.

 

La nueva Ley de Gestión Integral de Residuos (Número 8839), que entró a regir en julio de 2010, procura mejorar la educación, cultura e información ambiental de los costarricenses, de manera que sea a través de la conciencia como se logre un mejor equilibrio entre los recursos de que disponemos y el uso que les demos.

 

De acuerdo con Julián Rojas Vargas, biólogo tropical de la Universidad Nacional (UNA) y especialista en manejo de residuos sólidos, Costa Rica se encuentra relativamente mal en comparación con países como Estados Unidos, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait, en donde se requiere hasta más del doble de recursos con los que actualmente disponen. "En Costa Rica la huella ecológica presentó un déficit de 6,3 hectáreas por cada 100 personas en el 2002, mientras que para el 2009 tuvo un incremento a 19,3 hectáreas por cada 100 habitantes" explicó.

 

Según Rojas, si contrastamos la huella del promedio disponible, que es 2.1 hectáreas por habitante, o la huella promedio mundial, que es de 2.9, aun así estaríamos por encima de ésta. La ventaja, añade Rojas, es que "Costa Rica posee gran cantidad recursos naturales como el bosque, lo que nos ha beneficiado en no sobrepasar el promedio en un gran porcentaje".

 

En el 2009 se estimó que el país debía destinar aproximadamente un 30% del territorio nacional para mitigar y compensar los gases de efecto invernadero y reducir así la huella ecológica, pero ello fue imposible, dado su desarrollo económico y social. Hacia el futuro las estimaciones sugieren que, de no tomarse medidas adecuadas en la próxima década, habría un crecimiento mayor y más acelerado de la huella ecológica y se requeriría hasta un 47,2% de cobertura en el 2021.

 

Para alcanzar el objetivo de ser un país neutral en emisiones de carbono y obtener una huella ecológica ideal (planes de Costa Rica para el 2021) Rojas afirma que es necesario actuar de inmediato con un plan eficiente en la mitigación y compensación de la demanda de los recursos naturales. Al respecto algunos ya empiezan a tomar medidas y han optado por tomar medidas en cuanto a los desechos sólidos.

 

Se espera que la aplicación de la nueva ley sobre Gestión Integral de Residuos ponga en aprietos a algunas instituciones que no realizan el mínimo esfuerzo por mejoras con el ambiente.

 

Según datos del Ministerio de Salud, ente rector, con la potestad de verificar y evaluar la aplicación de esta ley y sus reglamentos, menos de la tercera parte de las municipalidades cantonales cumplen con esta legislación. Solo 19 municipalidades de las 81 implementan sus planes pertinentes y cinco más elaboran sus respectivos programas. Sin embargo, se ha reconocido que se trata de muchos requisitos y algunas municipalidades no disponen de los recursos para cumplirlos, por lo que se les ha otorgado un plazo hasta el 2014 para implementar sus planes de manejo de residuos, de lo contrario se aplicarán multas que van desde 1 a 200 salarios base, o pena de cárcel de 2 a 15 años, según el tipo de infracción.

 

Para Arguedas la solución a este problema puede ser obvia, pero definitivamente se encuentra en cada persona: es indispensable crear conciencia en la gente sobre la importancia de implementar ciclos cerrados, es decir; clasificar, reducir y aprovechar los residuos en un mismo lugar.

La ley establece en su Artículo 3 que es de observancia obligatoria para todas las personas, tanto físicas como jurídicas, públicas o privadas, la atención a esta ley, pero es importante también que los representantes cantonales motiven, organicen y concienticen a cada comunidad respectivamente.