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Archivo de la noticia: Marzo 2011


Mucho sexo y poca educación

 

Estudios realizados por el INEINA demuestran que la información que niños y adolescentes obtienen sobre educación sexual, de parte de libros, padres de familia, centros educativos, amigos y compañeros,  es “poca y de regular y mala calidad”

 

Las estadísticas nacionales demuestran una cruda realidad. Entre 470 a 500 embarazos provienen de niñas de 14 años o menos, el 23% de los colegiales del país tienen una vida sexual activa, poco más de 300 embarazos en las adolescentes corresponden a un segundo hijo; además, existe un bajo nivel de conocimiento en sexualidad y una percepción negativa de quienes los tienen.

Mundialmente se ha reconocido que el incremento de problemas asociados a infecciones, al VIH/sida y a los embarazos tempranos, están vinculados a la falta de información y formación sexual, lo cual se agrava con el hecho de que la información obtenida por los niños y los adolescentes es calificada de mala calidad.

La Universidad Nacional (UNA) a través del Instituto de Estudios Sociales en Población (IDESPO) del Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y la Adolescencia (INEINA), en conjunto con el Ministerio de Educación Pública (MEP) llevaron a cabo diversos estudios con distintas poblaciones, entre ellas, niños y niñas de primer y segundo ciclo lectivo, adolescentes, padres y madres de familia, docentes de primaria y secundaria, profesionales, así como personas consultadas en una muestra aleatoria a nivel nacional, con el objetivo de conocer la situación de la educación sexual en nuestro país.

Los datos muestran  que si bien la mayoría de los niños y los adolescentes obtienen la información sobre educación sexual de libros, padres y madres de familia, así como de los centros educativos, en porcentajes que van del 81, 80 y 74 por ciento respectivamente, lo cierto es que las informaciones que provee el sistema educativo y el hogar son  pocas, además de una calidad considerada entre regular (54%) a mala (19.8%).

Por otro lado, según los estudios, es poco el nivel de preparación que tiene los docentes (46.1%) y los padres de familia (59.4%) sobre el tema, lo cual complica la situación dado que según los mismos estudios, quienes deberían impartir la educación sexual recae sobre los padres de familia y el centro educativo, principalmente.

Concretamente en el caso de los educadores, las principales necesidades de capacitación están en los temas sobre relaciones sexuales, sexualidad en general y otros temas asociados. Por otro lado, se piden contenidos amplios y abiertos, con metodologías motivantes, significativas y reales, para lograr un impacto en los estudiantes.

Ana Teresa León, académica e investigadora del INEINA, reconoce que nuestro país tiene varias lecciones aprendidas sobre el tema de la educación para la sexualidad, entre ellas: que los programas y las acciones puestas en práctica, y que han sido efectivos, señalan que la educación para la sexualidad no promueve la actividad sexual temprana, especialmente si ésta se inicia desde que los niños y las niñas son pequeños y se presenta en forma apropiada.

Es por ello, comentó Ana Teresa León que el INEINA, con asocio con el departamento de Recursos Humanos del Ministerio de Educación (MEP), vienen implementando una serie de investigaciones que constituyen insumos importantes para un eventual plan de educación sexual.