Las celebraciones del 50 aniversario de la fundación de la Universidad nacional (UNA), y el 15 aniversario del campus Sarapiquí en la Región Huetar Norte y Caribe del país, estuvieron marcadas de música ritmo y color, pero también de retos en procura de fortalecer el modelo de desarrollo a partir de la formación de profesionales y la incidencia en políticas públicas para contribuir con el bienestar de la población costarricense.
“La Universidad, hoy más que nunca, está llamada a romper con los enfoques convencionales y garantizar que la innovación, el conocimiento científico, la tecnología, el arte y la educación, sean efectivamente un recurso para el desarrollo, puesto a disposición de la colectividad, siendo un bien público que sirva como base e instrumento para la construcción de nuevas oportunidades, en aquellos sectores que tienen menos acceso a los beneficios del modelo de desarrollo en el cual nos encontramos”, dijo Jeannette Valverde Chaves, presidenta del Consejo Universitario.
50 años después de su fundación, para Jorge Herrera Murillo, vicerrector de Investigación y coordinador de la Comisión del 50 aniversario, la universidad necesaria del siglo XXI es “decididamente” regionalizada. “Una universidad capaz de crear una oferta de planes de estudio de grado y posgrado diseñada para satisfacer las necesidades y particularidades de cada territorio, que ponga en marcha estrategias de articulación que permitan orientar la acción sustantiva con un enfoque territorial, formando sinergias entre el personal académico de los diversos campus, una institución de educación superior con mesas regionales de coordinación con los actores sociales presentes en el territorio para la definición de prioridades y líneas académicas, el diseño, formulación, ejecución y evaluación conjunta de programas, proyectos y actividades académicas entre otras”.
La celebración de 50 aniversario, también estuvo marcada este 17 de agosto por un colorido pasacalle, charlas y talleres para niños y jóvenes, donde vecinos de la comunidad y estudiantes, pudieron disfrutar además, de actividades culturales, y una feria de emprendimientos en el polideportivo de Puerto Viejo.
En casa
Para el viernes 18 la celebración se trasladó al campus Sarapiquí donde decenas de estudiantes y personal académico y administrativo, asistieron a las distintas actividades programadas.
“ Hace 15 años iniciamos cinco personas y hoy somos una comunidad de 23 administrativos que día a día dan todo por este lugar, pues doy fe de que lo consideran su casa; más de 50 académicos comprometidos con la investigación, extensión y docencia que día con día con mucho cariño, compromiso y entrega, ponen en práctica la noble labor de enseñar. Hace 15 años iniciaron 90 estudiantes, y hoy circulan semanalmente por este campus 600 o más jóvenes con el sueño de convertirse en profesionales sello UNA”, así rememora Rodolfo León Anchía, subdirector, los inicios del campus Sarapiquí, a la vez que menciona los desafíos que se deben asumir: “necesitamos impactar aún más en la región, ofertar más cupos, más carreras, mejorar la infraestructura, y la confianza para la toma de decisiones y autonomía del campus”.
Antonio Araya Ríos, representante estudiantil, también mencionó los logros y retos del sistema educativo vigente. “seguimos en pie de lucha defendiendo nuestra autonomía, seguimos defendiendo la Estado Social de Derecho, y la educación en todos sus niveles como un pilar de nuestra democracia, seguimos defendiendo a nuestra Alma Mater de los intereses y sesgos políticos de los gobiernos de paso. Hoy celebramos con orgullo los logros alcanzados por nuestra universidad en estos 50 años de trayectoria. Pero también reconocemos los retos que aún tenemos por delante para seguir siendo una universidad relevante, pertinente y de calidad. Retos como mejorar la calidad, la equidad y la pertinencia de la educación superior; fortalecer el rol del docente como agente clave del proceso educativo; promover una educación integral e inclusiva que atienda a la diversidad de los estudiantes; integrar lo presencial y lo virtual sin perder la esencia en la transmisión del conocimiento; impulsar la investigación científica, tecnológica e innovadora que aporte soluciones a los problemas nacionales y globales; ampliar el impacto social de la extensión universitaria mediante proyectos que generen valor agregado para las comunidades; y optimizar el uso de los recursos financieros, humanos y materiales disponibles, entre otros”.
A estos días de celebración se sumaron las escuelas de Danza, Música y Arte Escénico, el Grupo de bailes populares Querube, Marimba UNA y Cimarrona UNA, estos últimos grupos representativos del Departamento de Promoción de la Vicerrectoría de Vida Estudiantil; así como grupos folclóricos de la zona como Narajile y Victoria Sarapiqueña. También se realizó un encuentro con estudiantes indígenas para conocer más de cerca sus necesidades y experiencias de vida universitaria, y un conversatorio con la participación de los exrectores Sandra León Coto y Olman Segura Bonilla, impulsores de la creación del campus Sarapiquí, junto a su primer director académico Álvaro Villalobos y las autoridades actuales. También se contó con la participación de representantes del Consejo Universitario, el Consejo Académico (Consaca), Marianela Rojas Garbanzo, rectora Adjunta y Alejandra Gamboa, vicerrectora de Vida Estudiantil.