Unos 300 arbolitos de especies en peligro de extinción fueron sembrados por escolares y colegiales de la zona en el Campus Sarapiquí de la UNA, en el marco de la celebración del Día del Árbol.
En el marco de la conmemoración del Mes del Ambiente, autoridades, docentes y estudiantes de la UNA se unieron a sus similares del Campus Sarapiquí y de la comunidad para celebrar el Día del Árbol, el pasado 15 de junio.
Ese día, decenas de escolares y colegiales “invadieron” este recinto de la UNA para sembrar cerca de 300 arbolitos de especies en peligro de extinción, cuyo crecimiento será apoyada por las y los profesionales de Sarapiquí y del Instituto de Investigación y Servicios Forestales (INISEFOR-UNA).
Esa siembra, más la realizada en el primer semestre 2009 en otras sedes, le valió a la UNA hacerse acreedora por segundo año consecutivo de la certificación que la acredita como la primera universidad pública en ser carbono neutral, por las acciones impulsadas para mitigar sus propias emisiones de CO2 al medio ambiente.
“Muchas y muchos crecimos con la idea de que algunos recursos naturales eran inagotables o, pero aún, que había que sacrificar algunos como los bosques para impulsar actividades propias del “desarrollo”. Hoy vemos a nuestro alrededor las consecuencias de estas ideas equivocadas y que la generación de un desarrollo sostenible y equitativo es urgente”, dijo el rector Olman Segura Bonilla.
En la misma actividad, Orlando Chinchilla, director de INISEFOR-una, presentó ese día un proyecto de INISEFOR-UNA que pretende el restablecimiento de especies forestales en peligro crítico de extinción, como caoba, sangrillo, cedro cóbano, cristobal y cedro colorado.
Ese día, decenas de escolares y colegiales “invadieron” este recinto de la UNA para sembrar cerca de 300 arbolitos de especies en peligro de extinción, cuyo crecimiento será apoyada por las y los profesionales de Sarapiquí y del Instituto de Investigación y Servicios Forestales (INISEFOR-UNA).
Esa siembra, más la realizada en el primer semestre 2009 en otras sedes, le valió a la UNA hacerse acreedora por segundo año consecutivo de la certificación que la acredita como la primera universidad pública en ser carbono neutral, por las acciones impulsadas para mitigar sus propias emisiones de CO2 al medio ambiente.
“Muchas y muchos crecimos con la idea de que algunos recursos naturales eran inagotables o, pero aún, que había que sacrificar algunos como los bosques para impulsar actividades propias del “desarrollo”. Hoy vemos a nuestro alrededor las consecuencias de estas ideas equivocadas y que la generación de un desarrollo sostenible y equitativo es urgente”, dijo el rector Olman Segura Bonilla.
En la misma actividad, Orlando Chinchilla, director de INISEFOR-una, presentó ese día un proyecto de INISEFOR-UNA que pretende el restablecimiento de especies forestales en peligro crítico de extinción, como caoba, sangrillo, cedro cóbano, cristobal y cedro colorado.
