Desde libros de pedagogía y programas de la Secretaría de Educación de las décadas de los 30 y los 40, hasta diarios de una maestra y recuerdos de infancia fueron parte de los documentos incluidos en la exposición “Aprendiendo del pasado”, organizada por el INEINA durante el I Congreso Iberoamericano de Pedagogía.
Los días 30 de setiembre y 1° de octubre docentes del país y estudiantes de educación del Centro de Investigación y Docencia en Educación (CIDE) de la Universidad Nacional (UNA) tuvieron la oportunidad de conocer lo que se hacía en costa Rica en este campo en las décadas de los 30 y los 40, a través de la exposición “Aprendiendo del pasado”, organizada por el Instituto de Estudios Interdisciplinarios de la Niñez y la Adolescencia (INEINA).
Entre los documentos exhibidos, gran parte de ellos recopilados y conservados por décadas por la familia Sáenz Flores, los asistentes pudieron encontrar las “Meditaciones” de Omar Dengo, el “Libro de juegos”, de Rafael Salas, textos utilizados en la época, revistas de educación, e incluso diarios de maestras, cuadernos de colegio y recuerdos de infancia.
“Hay cosas sumamente valiosas que no se volvieron a retomar, como por ejemplo los planeamientos integrados”, destacó Ana Teresa León, directora del INEINA. En las primeras décadas del siglo pasado los planeamientos eran totalmente integrados: se iban a una granja y ahí se contaban semillas, por ejemplo, de manera que se trabajaba matemática y ciencias al mismo tiempo. Sin embargo, la conciencia de la integralidad se ha perdido; la idea es rescatarla.
Entre los documentos exhibidos, gran parte de ellos recopilados y conservados por décadas por la familia Sáenz Flores, los asistentes pudieron encontrar las “Meditaciones” de Omar Dengo, el “Libro de juegos”, de Rafael Salas, textos utilizados en la época, revistas de educación, e incluso diarios de maestras, cuadernos de colegio y recuerdos de infancia.
“Hay cosas sumamente valiosas que no se volvieron a retomar, como por ejemplo los planeamientos integrados”, destacó Ana Teresa León, directora del INEINA. En las primeras décadas del siglo pasado los planeamientos eran totalmente integrados: se iban a una granja y ahí se contaban semillas, por ejemplo, de manera que se trabajaba matemática y ciencias al mismo tiempo. Sin embargo, la conciencia de la integralidad se ha perdido; la idea es rescatarla.
