El Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea viene a consolidar la integración de los países del istmo, según destacaron representantes de la Unión Europea, en un foro promovido por la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA), realizado con el respaldo de la Escuela de Economía de la UNA.
El Acuerdo de Asociación entre Centroamérica y la Unión Europea (AdA) muestra una integración bastante avanzada entre los países del istmo, afirmó Klara Kanska, asesora de Asuntos Comerciales de la Unión Europea, durante un foro promovido por la Secretaría de Integración Económica Centroamericana (SIECA), celebrado en el Auditorio Rodolfo Cisneros de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional (UNA).
Destacó que es la primera vez que la Unión Europea suscribe un acuerdo región-región, ya que el resto de sus acuerdo comerciales son bilaterales. “Se ha concluido que la integración Centroamericana es suficiente”, subrayó.
Recordó que en los años ochenta, la relación del continente europeo con Centroamérica se basaba en los procesos de paz de esta región; en los noventa, se centró en la cooperación para el desarrollo mediante donaciones, en tanto que en los 2000, se ha abierto el espacio para las relaciones comerciales.
El Acuerdo de Asociación, cuya parte comercial se espera entre en vigor en 2012, consolida a largo plazo el sistema de preferencias que ha venido permitiendo el ingreso de productos de Centroamérica con impuestos reducidos a Europa. Y es que –explicó- al ser unilateral, este sistema de preferencias podía ser retirado en cualquier momento.
El AdA le permite a Centroamérica el acceso a 500 millones de consumidores de alto poder adquisitivo, además de la circulación libre de sus mercancías en 27 países que conforman la Unión Europea.
“En los años sesenta habría sido imposible concluir un acuerdo entre Centroamérica y la Unión Europea”, señaló Kanska.
Al respecto, la rectora de la UNA, Sandra León, recordó que en aquellos años se hablaba con temor de la integración Centroamericana, y sin embargo, la firma histórica del Tratado de Integración Económica Centroamericana permitió la creación de instituciones regionales que dieron el impulso necesario, como es el caso del SIECA. La estrategia contribuyó a que las economías centroamericanas diversificaran sus exportaciones.
José Carlos García, asesor del SIECA y exministro de Economía de Guatemala hizo un recorrido histórico por el proceso de integración centroamericana y concluyó que la integración centroamericana es hoy un proceso flexible, dinámico, que le ha permitido avanzar rápidamente, lo que motivó a la Unión Europea a escoger a esta región como su contraparte para efectuar el primer acuerdo región-región. Agregó que la integración económica centroamericana tiene actualmente un enfoque multidimensional, que no incluye únicamente “el frío comercio de bienes y servicios”, sino el medio ambiente, así como la parte social y cultural.
Coincidió con Kanska en que es preciso avanzar en la unión aduanera del istmo, tarea en la que se han comprometido los países de la región en el Acuerdo de Asociación, con el fin de que se agilicen trámites para permitir el libre tránsito de mercancías.
García señaló que también es necesario avanzar en la reflexión sobre las virtudes que tiene la integración como un marco para las políticas de desarrollo. “Cualquier política de desarrollo que se plantee en la región, deberá tomar en cuenta la integración económica centroamericana para potencializarla y hacer que ésta sea de real beneficio para las poblaciones de nuestros pueblos”, destacó el asesor del SIECA.
En el foro realizado en la UNA participaron Martín Parada, director de la Escuela de Economía, Pedro Jesús Aguilar, estudiante de Economía, Klara Kanska, Asesora de Asuntos Comerciales de la Unión Europea, Sandra León, rectora de la UNA, Diana Florentino de Mazariegos, directora del proyecto CONSUAC SIECA, Juan Manuel Fabra, experto internacional, y José Carlos García, asesor de SIECA.
