Proveniente de la Isla de Chira, Johanan Aguirre obtiene hoy su Bachillerato en Informática Educativa y está a punto de emprender la carrera de Diseño Gráfico Multimedial, luego de aprovechar la oportunidad de superación que le brindó el proyecto “UNA Esperanza Joven” del CIDE.
Johanan Aguirre Romero, proveniente del Colegio Isla de Chira, es un claro ejemplo del éxito del Proyecto “Mejoramiento Cualitativo de los procesos educativos del ciclo diversificado en colegios rurales: UNA Esperanza Joven”, de la División de Educología del Centro de Investigación y Docencia en Educación (CIDE).
Antes del 2002, Johanan tenía como única opción, en aquella remota isla, dedicarse a la pesca, actividad con la que apenas se sobrevive en la zona. Fue entonces cuando “UNA Esperanza Joven” le abrió las puertas de la superación –como lo hace con otros jóvenes provenientes de colegios rurales- al promover el mejoramiento de su rendimiento académico para aprobar el bachillerato y motivarlo a formular un proyecto de vida.
Y hoy, luego de la motivación que UNA Esperanza Joven imprimió en su alma acerca de su futuro y la capacitación que recibió para superar la prueba de matemática de bachillerato, Johanan finalizó sus estudios de bachillerato en Informática Educativa en la UNA, y está decidido a seguir con la carrera de Diseño Gráfico Multimedial y disfrutar de su afición por la música.
Sin embargo, no pierde de vista a su familia y a sus seres cercanos. “Me visualicé a futuro, superado, ayudando a mis papás y otra gente con necesidad”, recuerda este joven, quien tiene la firme convicción de ayudar a su familia en sus necesidades básicas y motivar a sus cinco hermanos para que estudien y se aseguren un futuro mejor.
Antes del 2002, Johanan tenía como única opción, en aquella remota isla, dedicarse a la pesca, actividad con la que apenas se sobrevive en la zona. Fue entonces cuando “UNA Esperanza Joven” le abrió las puertas de la superación –como lo hace con otros jóvenes provenientes de colegios rurales- al promover el mejoramiento de su rendimiento académico para aprobar el bachillerato y motivarlo a formular un proyecto de vida.
Y hoy, luego de la motivación que UNA Esperanza Joven imprimió en su alma acerca de su futuro y la capacitación que recibió para superar la prueba de matemática de bachillerato, Johanan finalizó sus estudios de bachillerato en Informática Educativa en la UNA, y está decidido a seguir con la carrera de Diseño Gráfico Multimedial y disfrutar de su afición por la música.
Sin embargo, no pierde de vista a su familia y a sus seres cercanos. “Me visualicé a futuro, superado, ayudando a mis papás y otra gente con necesidad”, recuerda este joven, quien tiene la firme convicción de ayudar a su familia en sus necesidades básicas y motivar a sus cinco hermanos para que estudien y se aseguren un futuro mejor.
