Braulio Sánchez Ureña, académico Ciemhcavi y miembro del Consejo Universitario UNA
En el marco del 50 aniversario de la Universidad Nacional, resulta relevante enlistar los aportes en materia de salud que desde la Escuela de Ciencias del Movimiento Humano (Ciemhcavi) se han gestado. Se debe hacer referencia a la constante evolución y crecimiento en estos 50 años para entender dichos aportes; primero fue el Centro Nacional de Educación Física (Cenef) fundado en 1968, que pasó a formar parte de la UNA en 1973 bajo el nombre de Escuela y Cultura Física. Posteriormente se denominó Escuela de Ciencias del Deporte de la Facultad de Ciencias de la Salud en 1979, lo que evidenció y generó que el Deporte es salud y sus alcances están manifiestos en la integralidad del ser humano, y a la luz de su evolución propia y los referentes universales de su objeto de estudio se transforma en lo que hoy es la Escuela Ciemhcavi.
En este venturoso camino se ha aportado a la sociedad costarricense profesionales en Educación Física, Deporte y Recreación, formados con una visión integral orientada al desarrollo pleno del ser humano a través de su objeto de estudio, y a quienes se les inculcaron valores sociales desde el deporte, la actividad física, el ejercicio y la recreación en la sociedad. Igualmente, se han formado profesionales en Promoción de la Salud, quienes al tenor de las demandas de la sociedad y de la evolución de las ciencias aplicadas, utilizan su conocimiento para la promoción, prevención y tratamiento de enfermedades crónico degenerativas no transmisibles.
Pero eso no es todo; a lo largo de este camino se han desollado iniciativas académicas para la atención de poblaciones con distintas necesidades, a saber: programas y proyectos dirigidos a personas con necesidades especiales, personas adultas mayores, personas con enfermedad cardiovascular, trastornos neuromusculares, cáncer y otros, y cada una de ellas ha sido punto de referencia nacional en su área de expertise. Es decir, se ha estado siempre a la vanguardia en el uso del movimiento humano para mejorar el estado de salud de la sociedad costarricense.
Todo este trabajo se acompaña del desarrollo de procesos de investigación en cada una de esas líneas para dar sustento científico a los procesos desarrollados. Para ello, desde el año 2000, se forman profesionales de distintas áreas de la salud en un posgrado en Salud Integral y Movimiento Humano, donde muchos profesionales en salud, como la medicina, entienden y potencian el uso del movimiento humano como parte fundamental en el tratamiento integral a distintas enfermedades; muchos de estos graduados lideran iniciativas de especial relevancia en centros hospitalarios y clínicas.
Desde el 2012 se forman profesionales a nivel de doctorado en Ciencias del Movimiento Humano para el desarrollo de líneas de investigación que incidan en problemáticas contemporáneas y a su vez sigan aportando, en materia de salud, en la toma de decisiones en el país. Y si bien son grandes los aportes, mayores serán los retos para una sociedad cada vez más sedentaria con sus problemas asociados.
