¿Puede la ciencia ser y hacer arte? José Pablo Morales Víquez, estudiante de la Escuela de Arte y Comunicación Visual de la Universidad Nacional (UNA) planteó la fusión de estas disciplinas en Miscible, exposición que formó parte de la inauguración del edifico de Nuevos procesos industriales.

José Pablo Morales, estudiante de Arte y Comunicación Visual, trabaja desde el 2017 en hallar puntos de encuentro entre las artes visuales y la química, ámbitos del conocimiento que, a pesar de su cercanía y relación histórica, según el artista, aparentan ser disciplinas con enfoques casi opuestos.

“Por miscibilidad se interpreta la capacidad que tiene una sustancia para mezclarse con otra, generando así una disolución. De esta forma, no se trata solo de aplicar el conocimiento científico, sino de algo realmente miscible, donde lo realizado no pueda existir sin el equivalente aporte de ambas disciplinas, problematizando así los horizontes entre ambos campos a través de una disolución interdisciplinar.

¿Qué implica el medir, pesar y calcular para realizar un objeto cuyo resultado plástico no es medible ni calculable? ¿En qué momento pasa lo exacto a ser espontáneo?

Un cálculo intuitivo, una cantidad cualitativa, exactitud espontánea; en este proceso acontece el encuentro paradigmático entre lo científico y el artístico, en busca de una miscibilidad que se ha tratado de indisoluble”, detalla Morales.

Herberth Bolaños, académico y curador de la obra, asegura que Morales consolida una propuesta visual desde el trabajo interdisciplinario, una actividad que fomenta la Escuela. “La propuesta plástica que ha generado José Pablo es un claro ejemplo de la transmutación del conocimiento químico plasmado en una propuesta visual, donde los colores de los reactivos emigran del beaker y se desfiguran y desvanecen suavemente en el papel. En cada propuesta visual, la ilación de los colores evidencia el deseo de José Pablo de encontrar su propio lenguaje visual, lo que deriva de la aplicación del conocimiento adquirido por el estudiante durante sus años de estudio en la Escuela de Arte y Comunicación Visual; y al mismo tiempo, refleja la búsqueda de nuevas herramientas de trabajo en otras disciplinas”.

La obra de Morales está compuesta por 43 piezas creadas a partir de reactivos químicos y para su creación, contó con el apoyo distintos académicos de la Escuela de Química. “Quiero agradecer a Marianelly Esquivel por su pertinente apoyo en todas las etapas de este proceso. A Gilberto Piedra, profesor del Laboratorio de inorgánica, son incontables las sesiones que hemos tenido para discutir el proyecto desde lo químico y hasta lo artístico, pues no olvidemos que Gilberto es también músico”.

Conjunto

“Miscible no es solo una exposición de piezas, sino que es también un gesto de intercambio simbólico, pues gran parte d e esta muestra se quedará en esta Escuela. Con esto, quiero aclarar que yo no le estoy regalando mi trabajo a la Escuela ni a la Universidad, si en Química la cosa se puede poner fea ya se imaginarán en artes, por lo que nadie puede darse el lujo de regalías. Así, no podría decirse realmente que estoy donando mis piezas, pues si esta Escuela no me hubiera dado antes desinteresadamente, parte de sus recursos, no habría ni qué donar… Consideren esta muestra no como un egocéntrico e individualista “observen mi investigación, mis logros”, sino como un gesto de lo que se puede lograr sin un conjunto de individuos con múltiples conocimientos está dispuesto a trabajar interdisciplinarmente. Espero que estas instalaciones sean el signo de un nuevo devenir en cuanto a enfoque, pensamiento y sobre todo accionar: repensemos la ciencia, repensemos el arte, repensemos los espacios que construimos para generar academia”.

El joven también agradeció a la UNA y a la Escuela de Arte y Comunicación Visual por permitir espacios colaborativos y transdisciplinares. “Gracias también a la Escuela de Química por recibirme y darme tan importante espacio en tan simbólico evento como lo es inaugurar un nuevo edificio”, detalló Morales.