El Programa de Rehabilitación Cardiovascular de la UNA surgió como una necesidad de tener en el país un proyecto para rehabilitar al cardiópata en su parte física y emocional después de sufrir un evento o someterse a un procedimiento.
Tras casi 20 años de trayectoria cientos de personas que sufrieron un evento cardiaco han mejorado su calidad de vida, gracias al Centro de Rehabilitación Cardiovascular (RC) de la Escuela de Ciencias del Movimiento Humano y Calidad de Vida (Ciemhcavi) de la Universidad Nacional (UNA); el cual busca mejorar el funcionamiento físico, psicológico y social de los pacientes con Enfermedad Cardiovascular (ECV).
Dicho centro se concibió en los albores de la década del 2000, primero como un proyecto, gracias a una investigación realizada para tesis de maestría de los académicos Jorge Salas y Luis Blanco; tiempo después se consolida en uno de los programas de Ciemhcavi con altos beneficios a la población nacional, al punto que en 2023 entra en operación un centro homólogo en el Campus Liberia de la UNA.
De forma paralela, Ciemhcavi-UNA habilitó la terapia en rehabilitación para pacientes oncológicos, sobrevivientes a diferentes tipos de cáncer, que funciona los lunes, miércoles y viernes de 1:00 pm a 5:00 pm, el cual por ahora es gratuito y se basa en la prescripción del ejercicio, por lo que se invita a las personas a participar. Los interesados pueden escribir al correo:
José Andrés Trejos, coordinador del programa de RC comentó que en la actualidad se cuenta con un total de 50 pacientes, cuyo objetivo consiste en rehabilitar física, social y mentalmente a los pacientes con ECV, para procurar una mejor reintegración de la persona a la sociedad, su regreso a la vida cotidiana, trabajo y actividades familiares.”, precisó Trejos.
María José Esquivel, asistente del programa de RC de la UNA, explicó que las personas interesadas deben solicitar una cita de valoración inicial al correo
Los estudios evidencian que este tipo de programas, basados en el ejercicio reducen la mortalidad entre un 20% a un 25%, mejoran la capacidad funcional entre un 10% a un 34%, disminuyen la presión arterial sistólica entre 6 y 4mmHg y la distólica en 2 mmHg. La RC contribuye con la reducción de los factores de riesgo coronario, disminuye la inflamación del endotelio, reduce los niveles de estrés, el tiempo de hospitalización y mejora la calidad de vida de los pacientes.
Voces de esperanza
Víctor Fallas, vecino de San Pablo, quien se encuentra a poco tiempo de concluir la fase 2 de la terapia, expresó que llegó a este centro debido a que le han practicado tres cateterismos. “Hay un antes y un después, desde el punto de vista físico y mental y a la vez agradecido con la calidad del servicio que ofrece el centro de rehabilitación cardiovascular”, destacó Fallas.
Hilda Víquez, vecina de San Joaquín de Flores, detalló que acude a las sesiones de rehabilitación cardiaca de la UNA, debido a un cambio de válvula aórtica que le realizaron a corazón abierto en el hospital. “Soy una mujer nueva desde que ingresé al centro, pues luego de una cirugía de este tipo uno queda muy nervioso y deprimido. No obstante, gracias al centro recuperé la confianza y puedo hacer de todo”, precisó Víquez.
Ignacio Rubí, vecino de Santo Domingo de Heredia, externó que ingresó al centro de RC, dado que recientemente debió someterse a un cambio de válvula aórtica. “Luego de una operación de éstas cada movimiento y ejercicio que se realice es totalmente nuevo, de ahí la importancia del acompañamiento que brindan los especialistas del centro de rehabilitación”, subrayó Rubí.
Luis Blanco, fundador del programa de RC y hoy paciente del mismo, manifestó que era un paciente asintomático sin evidencia de ECV, salvo una hipertensión debidamente tratada. Incluso al realizarse una prueba de esfuerzo le indicó que su corazón no tenía ninguna complicación, pero padecía de obstrucción en sus arterias coronarias, por lo que se sometió a un procedimiento y cuando su médico le dio luz verde ingreso a ejercitarse al centro de rehabilitación cardiovascular de la UNA.
Fases del programa
Los programas de RC tienen tres fases:
Fase 1: Periodo en que el paciente está hospitalizado después de sufrir un evento o procedimiento cardiaco.
Fase 2: El programa de RC debe iniciar según recomendación médica entre la primera y segunda semana posterior al evento cardiaco. Esta fase consta de 36 sesiones de ejercicio programado y monitoreado por medio de la telemetría, supervisión médica y sesiones de educación al paciente, en cuanto a la ECV, manejo de los factores de riesgo coronario y cambios en su estilo de vida.
Fase 3: Esta es de mantenimiento y seguimiento al paciente después de las fases anteriores y se recomienda que sea para el resto de su vida.
