Con esta iniciativa se busca trabajar con varios sectores, entre ellos las cámaras de ganaderos de varias municipalidades guanacastecas. Foto Cristian Chaves
Cristian Chaves Jaén para UNA COMUNICA
Una dotación de recursos por 134 mil euros (poco más de 80 millones de colones), por parte de la organización Erasmus+, contribuirá a fortalecer competencias y habilidades que se necesitan en comunidades rurales de la región Chorotega. Lo anterior gracias a las gestiones que se hicieron desde del proyecto Estrategias de educación rural sostenible, de la Sede Regional Chorotega de la Universidad Nacional (UNA).
La información la dio a conocer Laura Obando, académica de dicha sede y coordinadora general del proyecto, quien explicó que el proyecto está dirigido a emprendedores ubicados en comunidades de las zonas circundantes de las áreas silvestre protegidas del Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac), en los cantones de Nicoya y Santa Cruz.
Con el proyecto se busca contribuir a la transición de la cadena productiva del sector primario hacia la autosuficiencia, la vinculación con los mercados locales, la sostenibilidad ambiental, la mitigación y la adaptación al cambio climático. Esto se lograría fortaleciendo las competencias y habilidades de los pobladores de dichos territorios.
También se busca mejorar la capacidad de gestión organizacional de las comunidades, para satisfacer sus necesidades en un entorno de convivencia inclusiva y democrática. Otro de los compromisos es impulsar la empleabilidad y la actualización de competencias en la región, por lo que se busca fortalecer el desarrollo rural sostenible en dichas comunidades y apoyar la solución de conflictos y la paz, fomentando la equidad y la cohesión, el acceso a la educación técnica y superior, la inserción laboral y programas de construcción de paz para personas vulnerables y con menos oportunidades.
La académica Obando destacó la capacidad de académicos, extensionistas e investigadores de la Sede Regional Chorotega para acceder a estos recursos externos, así como para establecer alianzas, conformar consorcios y potenciar capacidades y habilidades en los pequeños y medianos productores, empresarios agroturísticos, organizaciones de base social y que estas puedan mejorar ofreciendo servicios y potenciado sus unidades productivas, gracias al acompañamiento de la UNA.
El logro de estos recursos se dio tras la coordinación y la solicitud de financiamiento que plantearon a Erasmus + la Sede Regional Chorotega de la UNA y la Universidad para la Cooperación Internacional por Costa Rica; la Universidad de Barcelona; UNICA, de Italia y Unidad de Planificación y Desarrollo, Universidad de Los Libertadores, Universidad Industrial de Santander Sede Socorro, estas tres de Colombia.
“Nos sentimos muy contentos porque, por primera vez en la historia de la Sede Regional Chorotega de la UNA pudimos coordinar un proyecto con socios internacionales de Europa, América del Sur y América Central. Esto es un logro: posicionarnos en el mundo como una universidad que pretende generar capacidades a nivel rural a la población”, comentó Obando.
En Costa Rica los socios del proyecto son las municipalidades de Nicoya y de Santa Cruz, las cámaras de ganaderos de Nicoya, Nandayure, Santa Cruz y Hojancha, las asociaciones de Guías Ecologistas del Parque Nacional Barra Honda, de Pescadores Artesanales de Puerto Pochote, de Pescadores de Puerto San Pablo y de Mujeres Emprendedoras de Playa Lagarto; Las Catalinas en Tempate, ADI Playa Potrero, Coope Regenerativa RL y CTP Cartagena. No se descarta a otras que se puedan vincular durante el proceso.
Situación rural en América Latina
Un informe presentado por Alfonso Lara, académico e integrante del proyecto, destaca que los territorios rurales de casi todos los países de América Latina presentan índices de pobreza más altos que los de áreas urbanas, así como condiciones extremadamente peores para todos los grupos objetivo vulnerables, especialmente las mujeres.
En Costa Rica, una tercera parte de mujeres en las áreas rurales son cabeza de familia, solteras y altamente vulnerables en términos económicos (INEC); presenta alta tasas de informalidad (50%) pobreza (entre 35 y 40%), bajo nivel educativo (70% no completa secundaria) y baja participación laboral (44%, 27 puntos menos que los hombres), lo cual afecta significativamente sus medios de subsistencia.
Bajo en el anterior contexto, la iniciativa propone fortalecer las capacidades de gestión de las Mipymes, al buscar cómo mejorar los ingresos y la generación de empleo en las comunidades de la región. Se planea, por ejemplo, diseñar y ejecutar planes de formación que fomenten la mentalidad empresarial y el desarrollo de competencias en la gestión de negocios.
