La noticia de que el Ministerio de Salud autorizó el primer distribuidor privado de la vacuna contra la covid-19, es considerada por Juan José Romero, epidemiólogo de la Universidad Nacional (UNA) como un avance importante en materia de salud. Sin embargo, ahora deberá analizarse qué tan beneficioso resulta este negocio para las empresas privadas cuando las vacunas están disponibles por medio de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

“Debemos tener claro que la comercialización de este biológico no dista mucho de lo que se ha hecho con respecto a otros biológicos que también se distribuyen y comercializan en farmacias privadas, las cuales deben seguir una serie de reglamentos y normativa que implican el registro y seguimiento de eventuales efectos adversos que deben notificarse a su debido momento”, explicó Romero.

El especialista de la UNA recalcó que este sin dudas es el primer paso para que otras vacunas, que son aprobadas por especialmente por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se distribuyan y vendan en el país bajo los lineamientos que el Ministerio de Salud determine para ese propósito.