Los avances tecnológicos redefinirán a futuro, aun con mayor profundidad de lo que se ve hoy, el mercado de trabajo en todo el mundo, y en ese panorama, la educación jugará un rol trascendental.
Para muchas personas, comienza a ser cada vez más común términos asociados a la Inteligencia Artificial Generativa (IAG)—como el caso del ChatGPT—computación en la nube o aprendizaje automatizado, por citar algunos ejemplos. Sin embargo, su impacto en los entornos laborales es un escenario que está apenas en configuración.
Este fue el tema central del panel El futuro de la educación superior en el contexto de los desafíos globales, el futuro del trabajo y la transición digital del Seminario preparatorio de la VI Cumbre Académica América Latina y el Caribe-Unión Europea, que se realizó el 30 y 31 de enero en el auditorio Cora Ferro Calabrese, del Centro Universitario Emilia Prieto Tugores de la Universidad Nacional (UNA).
Rodrigo Mogrovejo, especialista en formación profesional, desarrollo empresarial y transición justa de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dio a conocer aspectos de lo que podrá ser a mediano plazo la situación global del mercado de trabajo. Entre sus principales conclusiones destaca que:
· Entre el 26% y el 38% de los empleos en América Latina y el Caribe podrían estar expuestos a la IA generativa.
· Esta misma herramienta, podría generar una transformación que mejore la productividad entre el 8% y el 14% de los empleos, principalmente en los sectores urbanos y formales.
· Sin embargo, hasta la mitad de estos empleos, que podrían incrementar su productividad (alrededor de 17 millones de trabajos) enfrentarían obstáculos por las brechas digitales y la falta de infraestructura tecnológica.
Este escenario de avance también tendría frente a sí retos globales como los efectos del cambio climático. ¿En qué medida este fenómeno puede afectar el mercado de trabajo? Mogrovejo indicó que, por ejemplo, alrededor de 1.200 millones de empleos dependen de ecosistemas saludables para su óptimo desarrollo, además de que el estrés térmico (cuando la temperatura en el ambiente es mayor a la que el cuerpo humano puede soportar) provocaría la pérdida de productividad en 80 millones de puestos al 2030.
Ante ello, el experto y los otros integrantes del panel ven fundamental que se avance en la transición digital en la educación, que considere el uso de las herramientas de la IA, el aprendizaje en línea, así como la inversión en conectividad y en equipos.
Sin embargo, la educación no puede verse como algo estático. Ibon Zugasti, director adjunto de The Millenium Project, un think tank independiente que congrega a académicos de diversas latitudes, indicó que “es necesario planificar desde una visión prospectiva. Tenemos que tener visiones alternativas del futuro y esta es una de las principales lecciones que nos dejó la pandemia del Covid-19. Vivimos ante una nueva economía, donde la riqueza se concentra en menos manos, la pobreza baja y crece la producción, pero se generan menos empleos. Incluso uno de los escenarios es que al 2050 crezca el ‘autoempleo’.
Si la educación como un todo debe dar saltos vigorosos que acompañen estos escenarios posibles, la enseñanza superior asume un reto similar.
Por ello, en el panel se abordó la necesidad de que exista una actualización permanente en los planes de estudio en las universidades y que estos vayan alienados con las tendencias de los mercados laborales. También que se dé un espacio a la enseñanza de las habilidades blandas y técnicas y que se trabaje de la mano con la industria para que la academia pueda aportar futuros profesiones para el desarrollo de prácticas profesionales y proyectos conjuntos.
El experto de la OIT aludió a aquellas competencias básicas de empleabilidad que deben acompañar esa transición educativa, entre ellas: habilidades de mercadeo para promocionar productos y servicios sustentables, liderazgo empresarial, emprendimiento, capacidades de coordinación y gestión, trabajo en equipo y comunicación, así como conciencia ambiental.
Ya las universidades han demostrada su valía en el aporte académico ante grandes retos globales. José Palacios, representante del directorio de la Red Clara de Cooperación Digital ALC-UE destacó que la forma en que el avance científico y de investigación apresuró la fabricación de vacunas para atenuar los efectos de la Covid-19, es una muestra de ello.
El gran desafío ahora, apuntó Palacios, es llevar todo este avance tecnológico hacia la generación de soluciones hacia otro tipo de problemas que enfrenta el mundo actual. Para él, la concreción de una red académica, eje central de este seminario preparatorio, es un paso en la dirección correcta.
Propuesta final
El seminario preparatorio realizado en la UNA estableció una propuesta dirigida a los jefes de Estado y de gobierno que se reunirán en agosto, en la IV cumbre de la CELAC-UE, en Colombia:
1. Recuperar en el plan de acción de CELAC-UE la propuesta de crear un Espacio Común de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, mediante un Acuerdo de Integración Académica CELAC-UE.
2. Incorporar dentro de la agenda de la próxima IV cumbre de la CELAC-UE la realización de la VI cumbre académica ALC-UE como el evento inicial de la reunión de jefes de Estado y de gobierno, para establecer la educación superior como uno de los principales pilares de la próxima cita birregional.
3. Acordar la creación y puesta en marcha de un “Programa Global de Desarrollo Educativo ALC-UE”, para dar sustento concreto, mediante inversiones y financiamiento de Espacio Común de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación, asociado además con la Iniciativa Conjunta de Investigación e Innovación (JIRI).