17 de octubre. Teletica.com titula en su sitio web: “Evacúan Liceo de Santo Domingo de Heredia por amenaza de bomba”.
2 de setiembre. CR Hoy informa: “Hombre armado amenaza a estudiantes de colegio en Pérez Zeledón”.
4 de setiembre. Noticias Repretel publica “Estudiante amenaza realizar tiroteo en el Liceo de Heredia”.
Este tipo de informaciones comienzan a ser usuales y parte de la cotidianidad de los centros educativos en el país, como efecto de la ola de violencia que agobia a Costa Rica. Analizar sus causas, desafíos y formas de atender fue el objetivo de la mesa de diálogo Gestión de la violencia escolar: un reto compartido, a cargo de la comisión de enlace de la carrera de Administración Educativa que integra a la Universidad Nacional (UNA), Universidad de Costa Rica (UCR) y Universidad Estatal a Distancia (UNED).
En el Centro de Investigación y Docencia en Educación (Cide), de la UNA, se reunieron docentes, directores, expertos en educación, seguridad y derecho para analizar el tema y hacer una propuesta de soluciones. Sin embargo, todos coinciden en un punto medular: las causas de esta problemática social son multifactoriales.
Sandy Córdoba, docente y abogada, reconoció que “el problema se veía venir, se dejó y ya nos explotó” y ante ello, el sistema educativo está en la obligación de redefinir el rol del docente en el aula. “Debe cambiar de algo más academicista hacia una visión más integral, ante un panorama con múltiples conflictos, de manera que pueda gestionarlo y prevenir que desemboque en violencia”, dijo.
La experta amplió su posición al manifestar que el docente “también debe desarrollar habilidades blandas, no solo actitudinales, sino aptitudinales, para enfrentar esas situaciones, modelar, autogestionar”.
Carolina Gutiérrez, psicóloga laboral, sabe de esa necesidad cuando a sus oídos han llegado los testimonios de estudiantes que le cuentan que en sus casas “hay muchos problemas, pero en la escuela hay una maestra que me escucha y me apoya”, según contó.
Ella concuerda con que la realidad social y familiar en la que conviven niños, niñas y adolescentes hace que el ambiente educativo se reconfigure en un espacio que va mucho más allá del cumplimiento curricular. Considera que los docentes deben ser tutores de resiliencia y generadores de habilidades para la vida.
Sin embargo, esta aspiración choca de frente con una realidad: la sobrecarga académica y administrativa que enfrenta el personal docente.
María Marta Durán, psicóloga de la UNED, reconoce que el país es robusto en cuanto a leyes, políticas y normas que regulan el trabajo educativo; sin embargo, muchas veces, estas normativas se traslapan y generan una sobrecarga de trabajo.
“Tenemos un montón de cargas administrativas. No se trata de decir que solo vengo a administrar mi currículo: es enseñar, educar y un montón de cosas más. No podemos esperar que los adolescentes y niños se comporten como adultos, pero también si un docente está desbordado, no va a poder reaccionar ni actuar de manera pertinente ante esas situaciones”, agregó Córdoba.

Realidades paralelas
La discusión entre expertos acerca de la violencia en centros educativos incorporó factores como pobreza, aumento de la desigualdad, pérdida de valores, penetración del crimen organizado en los territorios y una menor inversión de recursos públicos en el sistema educativo, como coadyuvantes de este panorama.
Víctor Villalobos, director de la División de Educación para el Trabajo del Cide, hizo énfasis en la ascensión de liderazgos que cataloga como negativos y que viralizan sus mensajes desde las redes sociales, “incluso que provienen de autoridades máximas de nuestro país”. Él considera que existe un elemento subjetivo de la violencia sistemática que es el crimen como tal, que es producto de factores más objetivos relacionados con la vulnerabilidad social.
Esto se manifiesta en estadísticas, las cuales señalan que el 18.1% de las personas entre 18 y 24 años viven en pobreza y 4.8% en pobreza extrema.
Mientras esto ocurre, el sector educativo sufre la disminución en programas de equidad, las cuales, de acuerdo con los panelistas, reflejan que “la población estudiantil no es la prioridad actual”.
Muestra de ello es que, de acuerdo con el informe Education at a Glace 2023, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), determinó que el gasto de las instituciones públicas por estudiante en todo su proceso formativo fue de $5.851 en Costa Rica, frente a los $11.560 que se invierte en otros países de la organización.
La toma de decisiones de política pública utilizando a la educación como variable del ajuste fiscal que requiere el país, repercute en estos datos. Ejemplo de ello es también la disminución, de hasta 555 millones de colones, en el presupuesto destinado a las juntas de educación en el 2025, en comparación con el 2024.
Ania Cubillo, directora de Programas Preventivos de la Fuerza Pública, narró cómo desde los cuerpos policiales deben lidiar con realidades sociales que fomentan la violencia; tal es el caso de la discriminación, el bullying, los entornos hostiles y la carencia de programas extracurriculares que fomenten la sana convivencia entre estudiantes.
Durante el 2024, por ejemplo, debieron atender hasta 32 mil notificaciones de violencia doméstica, mientras que en lo que llevamos del año la cifra suma 25 mil casos. Ese entorno suele repercutir en los espacios educativos, según lo reconoció el docente y director David Johnson. A él le ha correspondido ver situaciones donde estudiantes repiten patrones que ven en narconovelas, como jóvenes que tienen cinco novias al mismo tiempo, familias que justifican actos ilícitos de sus hijos y tráfico de armas y drogas en los alrededores de escuelas y colegios.
Con ese panorama general claro, los expertos se sentaron en mesas de trabajo donde plasmaron en papel las manifestaciones de la violencia, las causas, desafíos y estrategias de prevención. Esta es una primera fase de esta iniciativa, que deberá conducir a propuestas concretas que nacen desde el análisis académico y el involucramiento con otros sectores de la sociedad, vinculadas con el tema educativo.
