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Costa Rica acerca posiciones a EEUU; relación con China se enfría

Los meses de agosto y setiembre marcaron tendencias importantes que permiten leer el mayor acercamiento que tiene Costa Rica en sus relaciones con Estados Unidos y el enfriamiento con China, a partir principalmente de un hecho puntual relacionado con el desarrollo local de la tecnología 5G.

Así se mueve Costa Rica en el vaivén de intereses y manifestaciones que ambas potencias mantienen actualmente, en un entorno geopolítico convulso, apenas maquillado con la reciente reunión de los presidentes Xi Jinping y Joe Biden.

No es nada sorpresivo ese mayor acercamiento con los norteamericanos, de acuerdo con el académico Carlos Cascante, durante el desarrollo del workshop Centroamérica en la encrucijada de la competencia estratégica de los Estados Unidos y China, que se realizó el 4 y 5 de diciembre anteriores.

En agosto se dio la visita al país de Laura Richardson, Comandante del Comando Sur de Estados Unidos, en cuya visita, se dio el anuncio de un apoyo económico de parte del país norteamericano por hasta $9,8 millones para temas relacionados con ciberseguridad. Además, se anunció el nombramiento, a tiempo completo, de un asesor estratégico en temas de seguridad.

En ese mismo mes se aprobaba en Estados Unidos la Ley Chips y Ciencias presentado por el presidente Biden, el cual promueve una inversión calculada en $52 mil millones que permitan crear las condiciones para una producción local de semiconductores, y así evitar la dependencia actual que tiene esta nación con la producción de estos dispositivos, de los cuales, un 60% se los suministra Taiwán.

De inmediato, surgió la noticia en la cual Costa Rica sería protagonista: el Departamento de Estado de Estados Unidos incluyó al país en su lista de socios estratégicos para el desarrollo de la manufactura de semiconductores. Los países beneficiarios podrán concursar por recursos estimados en $500 millones para fabricación e investigación.

“Estados Unidos nos ve como socio prioritario para el desarrollo de microprocesadores. Ellos están en un proceso de de-risking, el cual consiste en evitar los riesgos de sus inversiones en la medida de lo posible y en ese contexto, aunque nosotros podamos ser un país caro para producir, nos ven cercanos, como una nación aliada y con una relativa estabilidad”, explicó Cascante.

Otro guiño de la política estadounidense hacia el país fue la visita, a mediados de setiembre, del subsecretario de Estado para el Crecimiento Económico, la Energía y el Medio Ambiente, José W. Fernández.

Durante su estadía, el Subsecretario se comprometió a fortalecer los vínculos comerciales, las inversiones, el desarrollo de la red de quinta generación (5G) y el apoyo en materia de sostenibilidad de los océanos.

Días antes, justamente, el decreto ejecutivo 44196-MSP-MICITT Reglamento sobre Medidas de Ciberseguridad Aplicables a los Servicios de Telecomunicaciones Basados en la Tecnología de Quinta Generación Móvil (5G) y Superiores, excluía de una eventual participación del desarrollo de esta red a aquellas naciones que no hubiesen firmado el Convenio de Budapest sobre ciberseguridad. En dicha lista, aparecía China.

Estos temas fueron abordados por los académicos Carlos Cascante y Karen Chacón, de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional (UNA) durante la presentación de la nota técnica Alianzas renovadas y rutas en disputa: la competencia entre Estados Unidos y China en Costa Rica.

Sin una visión

La otra cara de la moneda lo representa la relación con la República Popular China. Luego de que las relaciones bilaterales se restablecieran, luego de seis décadas de estancamiento, un 6 de junio del 2007 durante el segundo mandato de Oscar Arias, ha ocurrido lo que, a criterio de Carlos Cascante, ha sido una “falta de visión de largo plazo” en las relaciones con el país asiático.

Lo anterior lo menciona a propósito de relaciones bilaterales para proyectos específicos, como el de la construcción de una refinería en Moín que se desarrollaría de manera conjunta entre la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) y la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC). Para estos efectos, se constituyó una empresa llamada Sociedad Reconstructora Chino Costarricense (Soresco) a la cual se le aportaron $100 millones de capital inicial y que al final, resultó en una operación fallida.

Otro proyecto es el de la ampliación de la ruta 32 cuyo contrató se adjudicó a la empresa china CHEC. El desarrollo de esta obra de infraestructura ha sufrido diversos tropiezos, que incluyen la extensión en varios momentos del plazo final para la entrega de la obra, la cual permanece inconclusa.

El capítulo más reciente fue el decreto ejecutivo sobre 5G. Manifestaciones de la Ministra y el Viceministro de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones en la Asamblea Legislativa sobre este tema, provocaron la reacción de la embajada China en Costa Rica, al considerar de “inadecuados” los argumentos relacionados con la ciberseguridad, además de calificarlos de “infundados e irresponsables”.

En este contexto, Carlos Carranza considera que es clara la posición del Gobierno en su relación con estas dos potencias, marcando lo que históricamente ha sido un mayor acercamiento con Estados Unidos. “La cancha nunca ha estado nivelada. Siempre nuestra relación con Estados Unidos tuvo una mayor prioridad”, enfatiza.

Como parte del workshop, se desarrollarán también otras presentaciones sobre la relación de China y Estados Unidos con otras naciones como México, República Dominicana, Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. 

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