*Ph.D Vinicio Sandí Mena
El 11 de enero de 2024 Costa Rica y Emiratos Árabes Unidos (EAU) lograron un acuerdo de Asociación Económica Integral sobre Comercio e Inversión, el cual se firmó el 17 de abril. Se visualiza como un acuerdo que genera ventajas en el intercambio cultural, el turismo, el comercio y la inversión, elementos que unen a ambos países.
Es un paso adelante, además, para continuar explorando nuevas oportunidades de acercamiento y conocimiento y, como parte de la diplomacia económica, para fortalecer las relaciones entre ambas naciones.
En el marco del acuerdo, se alcanza un convenio para la eliminación de la doble imposición en materia de impuestos sobre la renta y ganancias de capital, que también incorpora disposiciones para prevenir la evasión y elusión fiscal y que tiene como objetivo la promoción y protección recíproca de inversiones, y subraya la importancia de fortalecer las relaciones económicas, promover el comercio y la inversión bilateral.
Generalidades de los EAU
Antes de adentrarnos en el análisis de las oportunidades y desafíos de este acuerdo, es importante hacer algunas precisiones políticas, económicas y del contexto sociopolítico a raíz de este anuncio.
Los EAU son una federación de siete emiratos: Abu Dhabi, Dubái, Sharjah, Ajman, Umm al-Quwain, Ras al-Khaimah y Fujairah. Cada emirato tiene un grado significativo de autonomía y su propio gobernante.
Abu Dhabi y Dubái son los emiratos más influyentes, con el presidente generalmente proveniente de Abu Dhabi y el primer ministro de Dubái. Están situados en el sureste de la península arábiga, con costas en el golfo Pérsico y el golfo de Omán. La superficie del país es de aproximadamente 83.600 kilómetros cuadrados.
Su población es altamente diversa y cosmopolita, con expatriados que constituyen aproximadamente el 88% de la totalidad. Los nacionales emiratíes representan alrededor del 12%. Esta diversidad se refleja en una convivencia multicultural y multi religiosa, con una fuerte presencia de comunidades de Asia, Europa y América. Tienen una de las economías más dinámicas y diversificadas de la región del golfo Pérsico, que se basa principalmente en vastas reservas de petróleo y gas. Sin embargo, en las últimas décadas, han realizado grandes esfuerzos para diversificar su economía, y han reducido su dependencia de los hidrocarburos. Sectores como el turismo, la aviación, los servicios financieros, el comercio y la tecnología han cobrado gran importancia.
Los EAU ya cuentan con una serie de tratados y convenios comerciales y económicos con algunos países de la región latinoamericana, entre ellos México, Brasil, Argentina, Colombia y Chile, además, de un Acuerdo de Cooperación Multilateral con el Mercosur.
Para el caso costarricense, de acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores, además del Acuerdo alcanzado con EAU, el país ya contaba con un acuerdo de Cooperación Económica, Técnica y Científica con el gobierno del Estado de Catar.
Oportunidades y desafíos
A nivel de oportunidades se puede señalar que los EAU cuentan con muy baja producción de alimentos como frutas, vegetales, así como de producción de flores y plantas ornamentales, debido, principalmente, a las condiciones climáticas desfavorables para el cultivo y el alto costo de la mano de obra.
Por lo tanto, es un emirato que sigue siendo altamente dependiente de las importaciones de estos productos para satisfacer las necesidades de su población. De esta forma, y se consideran las bondades productivas con las que cuenta Costa Rica, el acuerdo sería altamente provechoso para colocar flores y plantas ornamentales, frutas frescas, frutas y hortalizas en conserva, hortalizas y verduras, café, bebidas y jugos de frutas frescas, así como los lácteos.
Existen también oportunidades a nivel de comercio digital, acuerdos de protección de datos personales, impulso al turismo, servicios financieros, intercambio educativo, científico y tecnológico.
Además, debido a las condiciones de entrada que emergieron en los últimos meses como en el caso de la Unión Europea y el Pacto Verde, el poder diversificar y consolidar otros mercados en otras regiones es clave, y en este caso el acuerdo con EAU brinda esta oportunidad.
En cuanto a los desafíos, es importante señalar que aspectos como el idioma y la religión son fundamentales. Aunque el inglés se utiliza ampliamente en las reuniones y transacciones comerciales en los EAU, todos los registros de empleo, incluidos los contratos y las instrucciones enviadas a los empleados, deben estar en árabe. Es la lengua que prevalece en caso de incoherencia en los términos contenidos en los documentos en inglés.
En cuanto a la religión, si bien existe libertad de practicar otros credos, prevalece la religión islámica. El Islam se rige por la ley Sharia, que es la base del derecho islámico, unas normas que rigen el código de conducta y la moral de los ciudadanos, fundamentadas en el Corán.
Todo esto tiene un efecto directo sobre el comercio, debido a que los productos de uso diario deben certificarse con el Sello Halal, lo que implica todo un proceso de formulación y gestión ya establecidos.
Otros desafíos tienen relación con el uso de tecnologías productivas de última generación y con mayores niveles de eficiencia que son fundamentales para abastecer estos y otros mercados. Sin embargo, se convierte en un reto debido a las altas inversiones requeridas para hacer ajustes y/o cambiar el paquete tecnológico de los productores nacionales, especialmente de las micro, pequeñas y medianas empresas.
Se debe, asimismo, consolidar una estrategia de trabajo para establecer un verdadero posicionamiento de productos y servicios altamente especializados, en donde no solo se logre trabajar con EAU, sino también con sus socios intra y extrarregionales. Al mismo tiempo, aprovechar la cooperación económica y/o los mecanismos de inversión enmarcados en el acuerdo, para mejorar o fortalecer la infraestructura (específicamente lo relacionado con carreteras, puertos, aeropuertos), la tecnología, la educación, la salud, y el desarrollo conjunto de investigaciones (academia, empresa privada y Estado) en áreas como el turismo y las tecnologías limpias, entre otras.
El acuerdo por sí mismo implica una gran cantidad de beneficios y obligaciones. Dependerá del trabajo que se realice desde el Ministerio de Comercio Exterior (Comex) y la Promotora de Comercio Exterior (Procomer) potenciarlo con una región llena de grandes oportunidades, pero también con muchos retos que se deben enfrentar.
La diversificación, la consolidación y la potencialización de nuevos socios estratégicos es clave en un mundo cada vez más convulso, donde un país o bloque de países imponen nuevas regulaciones que difieren en su aplicación y alcance. Diversificarse y especializarse es clave, y los acuerdos comerciales son una de las formas que tiene la política comercial de un país para lograrlo.
*El autor es académico e investigador senior en Economía Internacional de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional (UNA).