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Formación profesional no se acaba con la graduación

Formación profesional no se acaba con la graduación

Mercado actual exige mantener capacitación constante durante toda la vida laboral.

Atrás quedó la época cuando se estudiaba solo por el título de bachillerato universitario y una vez inmerso en el mercado laboral, el alma mater quedaba en el olvido. Actualmente, un profesional debe mantenerse en constante aprendizaje, no solo por los cambios en la tecnología, sino porque el contexto lo exige, y cada vez se suman nuevos actores.

Inteligencia artificial, trabajo con equipos internacionales multilingües y habilidades en la resolución de conflictos o manejo del tiempo son nuevos elementos del ámbito profesional que entran al juego y, para mantenerse vigente, hay que aprender a utilizarlos a favor. 

“Estamos viviendo una era de transformación digital y de cambios acelerados en un mercado que empieza a exigir competencias transversales. Eso hace que sea necesario la actualización permanente, cursos de profundización, de especialización, que permita a los profesionales seguir siendo competitivos y mantenerse vigentes en términos de su desarrollo profesional”, señaló Viviana Gómez Barrantes, coordinadora del equipo de Diseño e Innovación Curricular, de la Vicerrectoría de Docencia de la Universidad Nacional (UNA).

 

Una respuesta actualizada

La educación permanente es la respuesta a las exigencias del mundo laboral actual. Este enfoque promueve el aprendizaje continuo a lo largo de la vida y permite a los trabajadores, desde técnicos hasta profesionales con formación universitaria, acceder a oportunidades formativas flexibles, breves y altamente especializadas. Su objetivo es mantener la vigencia de las competencias en un entorno profesional que cambia rápidamente.

El programa de opinión de la Universidad Nacional, UNA Mirada, dedicó un episodio a bridar información sobre los esfuerzos universitarios y de la empresa privada por brindar a los costarricenses espacios de formación continua.

Gómez explicó que se pueden realizar actualizaciones profesionales, y en las áreas complementarias o de competencias transversales. “La actualización profesional se da en todas las áreas, incluso es un complemento a las formaciones básicas; es decir, que es la oportunidad de mantenerse en constante aprendizaje y reaprendizaje a lo largo de la vida” sostuvo.

Randall Gutiérrez Vargas, presidente del Sistema de Estudios de Posgrados (Sepuna), mencionó que en Europa se estima que el 50% de los estudiantes de las universidades van a ser personas ya graduadas al 2050. “¿Qué significa eso? que por la dinámica que tiene la sociedad hoy en día y lo rápido que está cambiando, es casi necesario mantenerse en la universidad toda la vida; actualizándome, profundizando”. De esta manera, se esperaría que la mitad de las personas egresadas sigan estudiando día a día.

Andrea Centeno, directora de Mercadeo y Comunicación de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), agregó que el mercado laboral costarricense ya no tiene fronteras geográficas, “cualquier persona puede trabajar para cualquier empresa alrededor del mundo con la formación y las competencias que requiere”, así que el inglés ya no es un plus sino una obligación, al igual que el manejo básico de la tecnología.

 

Oportunidades al alcance de todos

Ante las necesidades de formación y con el propósito de cerrar las brechas entre la demanda actual de talento y las competencias de los profesionales en Costa Rica, CINDE lanzó el año anterior el Epicentro de Educación Profesional Interactiva (EPI), una plataforma educativa interactiva, que se enfoca en el desarrollo de habilidades técnicas y blandas requeridas por las empresas multinacionales.

“Veíamos la brecha entre la gente que necesita un trabajo y las empresas que necesitan personal y no se estaban encontrando necesariamente al ritmo que se ocupaba. El centro complementa el sistema de educación formal. Es un modelo basado en conocimientos y habilidades aplicables y de aprendizaje rápido” destacó Centeno.  Agregó que son cursos que se concluyen en pocas horas, pues la práctica les demostró que las nuevas generaciones desertan si los cursos son muy extensos.

En el caso de la UNA, los panelistas destacaron que se implementan cambios a nivel institucional con la estrategia de innovación y transformación curricular, lo que ha permitido actualizar la oferta regular de carreras de grado y posgrado, pero también apuntar a cursos de educación permanente. Gutiérrez lo explica: son cursos de profundización o de actualización profesional que forman parte de los esfuerzos que se hacen desde el Sistema de Estudios de Posgrado en término de las micro credenciales, “como esa oportunidad también de certificación corta que le permita a los profesionales incursionar en temáticas emergentes en su área”.

Otro esfuerzo importante de la Universidad es la formación en programas de educación técnico profesional alineados con el marco nacional de cualificaciones, “en donde se genera una alianza estratégica con diferentes sectores nacionales: el sector empleador, instituciones públicas, instituciones de educación privada e incluso el Ministerio de Trabajo, para generar estándares de cualificación que permita la profesionalización en diferentes áreas”, aportó Gómez.

Los panelistas coinciden en que hay muchas opciones al alcance de los profesionales, pero se requiere de interés y motivación propia para acceder a ellos y finalizarlos. “Es importante hacer un llamado en términos de la vinculación universidad-graduados: que como graduados mantengamos un vínculo con nuestras casas de estudio; no solamente ser receptivo de la oferta, sino también que podamos ser demandantes de nuevo. Esa vinculación es fundamental para mantener una oferta de actualización profesional vigente y pertinente” concluyó Gómez.

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Mercado actual exige mantener capacitación constante durante toda la vida laboral.

Atrás quedó la época cuando se estudiaba solo por el título de bachillerato universitario y una vez inmerso en el mercado laboral, el alma mater quedaba en el olvido. Actualmente, un profesional debe mantenerse en constante aprendizaje, no solo por los cambios en la tecnología, sino porque el contexto lo exige, y cada vez se suman nuevos actores.

Inteligencia artificial, trabajo con equipos internacionales multilingües y habilidades en la resolución de conflictos o manejo del tiempo son nuevos elementos del ámbito profesional que entran al juego y, para mantenerse vigente, hay que aprender a utilizarlos a favor. 

“Estamos viviendo una era de transformación digital y de cambios acelerados en un mercado que empieza a exigir competencias transversales. Eso hace que sea necesario la actualización permanente, cursos de profundización, de especialización, que permita a los profesionales seguir siendo competitivos y mantenerse vigentes en términos de su desarrollo profesional”, señaló Viviana Gómez Barrantes, coordinadora del equipo de Diseño e Innovación Curricular, de la Vicerrectoría de Docencia de la Universidad Nacional (UNA).

 

Una respuesta actualizada

La educación permanente es la respuesta a las exigencias del mundo laboral actual. Este enfoque promueve el aprendizaje continuo a lo largo de la vida y permite a los trabajadores, desde técnicos hasta profesionales con formación universitaria, acceder a oportunidades formativas flexibles, breves y altamente especializadas. Su objetivo es mantener la vigencia de las competencias en un entorno profesional que cambia rápidamente.

El programa de opinión de la Universidad Nacional, UNA Mirada, dedicó un episodio a bridar información sobre los esfuerzos universitarios y de la empresa privada por brindar a los costarricenses espacios de formación continua.

Gómez explicó que se pueden realizar actualizaciones profesionales, y en las áreas complementarias o de competencias transversales. “La actualización profesional se da en todas las áreas, incluso es un complemento a las formaciones básicas; es decir, que es la oportunidad de mantenerse en constante aprendizaje y reaprendizaje a lo largo de la vida” sostuvo.

Randall Gutiérrez Vargas, presidente del Sistema de Estudios de Posgrados (Sepuna), mencionó que en Europa se estima que el 50% de los estudiantes de las universidades van a ser personas ya graduadas al 2050. “¿Qué significa eso? que por la dinámica que tiene la sociedad hoy en día y lo rápido que está cambiando, es casi necesario mantenerse en la universidad toda la vida; actualizándome, profundizando”. De esta manera, se esperaría que la mitad de las personas egresadas sigan estudiando día a día.

Andrea Centeno, directora de Mercadeo y Comunicación de la Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde), agregó que el mercado laboral costarricense ya no tiene fronteras geográficas, “cualquier persona puede trabajar para cualquier empresa alrededor del mundo con la formación y las competencias que requiere”, así que el inglés ya no es un plus sino una obligación, al igual que el manejo básico de la tecnología.

 

Oportunidades al alcance de todos

Ante las necesidades de formación y con el propósito de cerrar las brechas entre la demanda actual de talento y las competencias de los profesionales en Costa Rica, CINDE lanzó el año anterior el Epicentro de Educación Profesional Interactiva (EPI), una plataforma educativa interactiva, que se enfoca en el desarrollo de habilidades técnicas y blandas requeridas por las empresas multinacionales.

“Veíamos la brecha entre la gente que necesita un trabajo y las empresas que necesitan personal y no se estaban encontrando necesariamente al ritmo que se ocupaba. El centro complementa el sistema de educación formal. Es un modelo basado en conocimientos y habilidades aplicables y de aprendizaje rápido” destacó Centeno.  Agregó que son cursos que se concluyen en pocas horas, pues la práctica les demostró que las nuevas generaciones desertan si los cursos son muy extensos.

En el caso de la UNA, los panelistas destacaron que se implementan cambios a nivel institucional con la estrategia de innovación y transformación curricular, lo que ha permitido actualizar la oferta regular de carreras de grado y posgrado, pero también apuntar a cursos de educación permanente. Gutiérrez lo explica: son cursos de profundización o de actualización profesional que forman parte de los esfuerzos que se hacen desde el Sistema de Estudios de Posgrado en término de las micro credenciales, “como esa oportunidad también de certificación corta que le permita a los profesionales incursionar en temáticas emergentes en su área”.

Otro esfuerzo importante de la Universidad es la formación en programas de educación técnico profesional alineados con el marco nacional de cualificaciones, “en donde se genera una alianza estratégica con diferentes sectores nacionales: el sector empleador, instituciones públicas, instituciones de educación privada e incluso el Ministerio de Trabajo, para generar estándares de cualificación que permita la profesionalización en diferentes áreas”, aportó Gómez.

Los panelistas coinciden en que hay muchas opciones al alcance de los profesionales, pero se requiere de interés y motivación propia para acceder a ellos y finalizarlos. “Es importante hacer un llamado en términos de la vinculación universidad-graduados: que como graduados mantengamos un vínculo con nuestras casas de estudio; no solamente ser receptivo de la oferta, sino también que podamos ser demandantes de nuevo. Esa vinculación es fundamental para mantener una oferta de actualización profesional vigente y pertinente” concluyó Gómez.

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