El buque científico Atlantis II, tendrá a bordo investigadores de la Universidad de California, Universidad del Sur de la Florida, Houston y del Ovsicori-UNA.
Viernes Científico
Este domingo, Marino Protti, sismólogo del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica de la Universidad Nacional (OVSICORI-UNA), se unirá al equipo de científicos estadounidenses, los cuales durante este mes de marzo instalarán instrumentación geodésica en el fondo del océano frente a Nicaragua y la Península de Nicoya, a bordo del buque de investigación Atlantis II; lo anterior con el fin de estudiar la deformación del fondo oceánico asociada a los ciclos sísmicos en estos dos segmentos, lo cual es fundamental para comprender por qué se generan diferencias tan marcadas.
Protti explicó que dicha instrumentación consiste de monumentos geodésicos de concreto que caerán a profundidades del orden de 3000 m desde donde se emitirán señales acústicas. “Las señales acústicas serán recibidas en la superficie del mar por medio de dispositivos con antenas y receptores de posicionamiento global satelital para obtener una ubicación muy precisa de los monumentos geodésicos en profundidad. Con la repetición anual de esas mediciones, en pocos años, se podrán obtener valores de deformación del fondo oceánico en ambos segmentos de subducción, para así comprender mejor la génesis de terremotos y tsunamis”, agregó el investigador del Ovsicori.
Michael Flores, encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos, el cual facilitó el viaje de los científicos estadounidenses, indicó que los esfuerzos de investigación científica marina conjunta entre Estados Unidos y Costa Rica son oportunidades únicas para estrechar los lazos de cooperación en un espacio donde ambos países son líderes. “Las universidades estadounidenses y costarricenses cuentan con un prestigio internacional muy importante, que se refleja en la credibilidad de sus hallazgos. Comprender mejor la génesis de los terremotos y tsunamis fortalece la capacidad preventiva de ambos países, volviéndolos más seguros ante este tipo de eventos”, resaltó Flores.
A profundidad
En la zona de subducción de Centroamérica existen dos segmentos aledaños con comportamientos muy diferentes: frente al Pacífico de Nicaragua ocurren terremotos que aunque no alcanzan grandes intensidades, sin embargo, generan tsunamis catastróficos como el de setiembre de 1992; por el contrario, justo al sur, en el segmento de subducción por debajo y frente a la península de Nicoya, se generan terremotos de hasta 7.8 en magnitud, pero que no generan tsunamis.
Al respecto, el científico tico subrayó que durante el proceso de subducción de una placa tectónica bajo otra, es el responsable de los terremotos de mayor magnitud y la generación de tsunamis en el planeta.
Precisó además, que antes de la ocurrencia de los terremotos de subducción el acoplamiento entre las placas produce una deformación medible de la superficie terrestre. De ahí que la magnitud y distribución de esa deformación proveerá información muy importante sobre las características del siguiente terremoto.
Elaborado por: Johnny Núñez Zúñiga/ Periodista. O.C-UNA
Colaboración: Evelyn Ardon/ Periodista. Embajada de los Estados Unidos
Fotografías: Cortesía Embajada de los Estados Unidos.