La biblioteca humana sirvió para que estudiantes de la UNA compartieran con sus homólogos de otros países que están de intercambio o pasantía en Costa Rica. Foto Víctor Barrantes
Una iniciativa de aprendizaje global, que nació en Dinamarca en el año 2000 para crear un espacio seguro donde las personas puedan dialogar sobre distintos temas de una forma abierta y segura, motivó a la Oficina de Asuntos Internacionales y Cooperación Externa (AICE) de la UNA para convocar a una “biblioteca humana”, el pasado 24 de abril, en el marco de las actividades relacionadas con el día del Libro.
La actividad, que tuvo lugar en la Biblioteca Joaquín García Monge de la Universidad Nacional (UNA), se planteó con el objetivo de fomentar el desarrollo de competencias interculturales en la población estudiantil, así como de crear espacios de encuentro e intercambio como una acción de internacionalización de la Universidad.
A la cita acudieron 17 estudiantes de España, México, Bélgica, Alemania, Chile, Colombia, Estados Unidos, Japón, Argentina y Costa Rica, que participan o han participado (en el caso de los costarricenses) en intercambios o pasantías. Sus contertulios fueron estudiantes de la UNA, quienes, interesados por los temas propuestos, “tomaban prestada” una de las 17 historias y en vez de leerlas de un libro, la escuchaban de la fuente primaria: el libro humano.
Las historias estaban centradas en experiencias vividas por los estudiantes internacionales y tenían una duración aproximada de 30 minutos. Al final, unos y otros, valoraron el espacio, pues además de las historias que escucharon, también recibieron información sobre los procedimientos para participar en intercambios y pasantías internacionales.
La iniciativa global de biblioteca humana también busca desafiar los prejuicios, combatir la discriminación, prevenir conflictos y contribuir a una mayor cohesión humana que supere las diferencias sociales, religiosas y étnicas. Es un espacio de diálogo, donde se pueden discutir temas tabú de forma abierta y sin condena, y propicia un ambiente en el que las personas que difícilmente hablarían entre sí, encuentran un ambiente propicio para la conversación, romper barreras sociales, desafiar estereotipos y prejuicios, y contribuir a la construcción de una sociedad más justa e inclusiva.