Cuando ya su celular “no dio más”, o cuando la lavadora o el horno microondas de su casa definitivamente dejaron de funcionar y debe deshacerse de ellos… ¿sabe en realidad qué hacer con estos aparatos?
La respuesta a esa pregunta parece no ser tan sencilla. Pero el Ministerio de Salud lo tiene claro, si se considera que apenas el 8% de los residuos eléctricos y electrónicos tienen un tratamiento adecuado, de acuerdo con el dato que maneja esta cartera.
Es allí donde se requieren aliados institucionales para ese “cambio de chip” en la cultura ambiental. Por estos esfuerzos, este Ministerio reconoció la labor que viene realizando el Instituto de Estudios Sociales en Población (Idespo), de la Universidad Nacional, para documentar, investigar y sensibilizar, mediante acciones concretas e integrales, este desafío.
Esa distinción se materializó en la entrega de una mariposa tallada en madera, en cuya base se lee que se “otorga el reconocimiento RAEElus ticus a Idespo-UNA por su destacado aporte al Sistema RAEE de Costa Rica”. RAEE son las siglas de “residuos de aparatos eléctricos o electrónicos”.
Cada una de las alas tiene una identificación y un significado con un color específico, según explicó Jenny Villalobos, bióloga tropical y funcionaria de Horizontes Ambientales. El naranja se relaciona con la prevención para que la persona pueda reconocer aspectos como calidad y vida útil de los aparatos que adquiere; el azul, hace referencia a la reparación para saber cómo a un residuo se le puede extender su vigencia.
El ala verde genera un vínculo con la posibilidad de que el residuo pueda ser reciclado y evitar una consecuencia perniciosa sobre el ambiente, mientras que el color vino representa la seguridad para el entorno y para los seres humanos, en general.
Labor integral
Sensibilizar acerca de cómo desde los hogares las personas deben clasificar y darle un destino adecuado a este tipo de desechos es un esfuerzo global que tiene sus antecedentes desde el 2018, por parte de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), cuando se dio a conocer el proyecto Fortalecimiento de las iniciativas nacionales para la gestión ambientalmente racional de Contaminantes Orgánicos persistentes (COPs).
A escala local, el país cuenta, desde el 2010, con la ley 8839 para la Gestión Integral de Residuos, cuyo objetivo inicial fue avanzar en la aplicación de políticas que contribuyeran a un manejo responsable de los desechos, con la participación del Ministerio de Salud como ente rector y de las municipalidades.
Para el 2020, el Ministerio de Salud presentó el proyecto de Residuos Electrónicos en América Latina (PREAL), como forma de incentivar el fortalecimiento de iniciativas para la gestión responsable de los aparatos eléctricos y electrónicos.
En noviembre de 2023 se dio un primer acercamiento de este Ministerio con el Idespo, específicamente con su programa Horizontes Ambientales.
Para la coordinadora de este programa, Jacqueline Centeno, asumir la tarea de colaborar en esta temática no es una labor ajena a las funciones que ejecutan. “Nosotros tenemos un eje transversal que está asociado con la cultura ambiental, que busca reaprender aquello que nos habían enseñado, pero que no era correcto. Por ejemplo, en el tema de residuos estábamos acostumbrados a que todo desecho iba en un mismo basurero y ahora sabemos que no, que lo pertinente es separar y clasificar”, manifestó.
Idespo trabaja en un estudio de opinión pública sobre el manejo de residuos sólidos en el país. Fue entonces cuando se acordó incluir algunas preguntas sobre los RAEE en esta encuesta, cuyos resultados finales se darán a conocer en setiembre.
Sin embargo, la realización de la encuesta es un primer paso de una articulación conjunta. “La elaboración del instrumento es importante porque tiene una etapa de trabajo previa, más toda la experiencia que hemos acumulado desde Horizontes Ambientales y otros estudios de investigación que realizamos en el tema de residuos”, amplió Centeno.
Como parte de ese trabajo integral, junto con el Centro Tecnológico de Investigación Social (CETIS) del Idespo, se capacitó alrededor de 100 personas estudiantes que participan activamente en la aplicación de la encuesta.
“Es fundamental reconocer el papel activo que tiene la población estudiantil de la UNA, si lo vemos desde la perspectiva de que no solamente hacen la labor de recolección de datos, sino que son capacitados sobre la temática en sí”, agregó la coordinadora de Horizontes Ambientales del Idespo.
A corto plazo, desde el programa se continuará coordinando con el Ministerio de Salud este tipo de esfuerzos. Recientemente se publicó una actualización de la Política de Gestión Integral de Residuos Sólidos y para las sedes regionales de esta cartera, así como para los gobiernos locales, será fundamental acceder a los datos que puedan señalar el camino sobre el cual se debe trabajar.