Desde el pasado viernes 15 de abril, se registra nuevamente en la zona del Caribe la llegada de sargazo. “Desde el Laboratorio de Recursos Naturales y Vida Silvestre de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional (ECB-UNA), continuamos dándole seguimiento a la llegada de sargazo a la costa Caribe. La primera observación se dio el 15 de abril en playa Agua buena en Barra del Colorado en la parte limítrofe con Nicaragua con un ingreso de moderado a bajo. Durante el lunes 18 empezó a observarse en Playa Negra , Puerto Viejo y Punta Uva en bajas cantidades, sin embargo, a partir del 19 la cantidad algal empezó a aumentar de manera significativa, una condición que se mantiene hasta hoy. También estamos observado volúmenes o manchas considerables sobre la superficie del mar, que esperamos ingresen en los próximos días. Esto puede estar ocurriendo debido a las condiciones climáticas lluviosas del país”.
El sargazo es un alga parda que flota en el océano, y que, debido a los fuertes vientos que se presentan en el Atlántico Norte, se desplaza a las costas de países como México y Colombia.
A las costas del Caribe Sur ha llegado anteriormente, pero en menor volumen. “Hemos tenido una mayor cantidad de vientos en esta zona, estos arrastran el alga, que cuando pierde sus neumatocistos (estructuras que permiten la flotación del organismo) se muere y se va al fondo del mar. Se puede acomodar sobre pastos marinos, corales y en general en todos los ecosistemas. La descomposición de este material biológico produce ácido sulfhídrico -similar al que se genera en alcantarillas y que produce olor a huevo duro- que puede irritar los ojos y el tracto respiratorio y en grandes concentraciones puede ser tóxico para la vida marina e incluso humana”, detalló la investigadora.
Diferentes instituciones del país están trabajando unidas para enfrentar los retos ante la aparición del sargazo en el Caribe del país. Para ello, el pasado 15 de marzo se llevó a cabo la primer reunión interinstitucional e intersectorial, con el fin de definir una hoja de ruta que plantee un abordaje integral de la problemática y logre por medio de un plan de acción nacional, una línea de atención conjunta, ante futuros eventos de arribadas de sargazo. Este proceso permitirá intercambios de experiencias, desarrollo de protocolos de actuación para prevención, detección, manejo del impacto al turismo, a los ecosistemas marino costeros, a la salud y seguridad pública, a las y los pescadores, además del monitoreo de los eventos, investigación, estudios de posibles usos y aprovechamiento del sargazo.
