Jafet tenía miedo, no quería cometer algo incorrecto o que le llamaran la atención. ¿Qué fue lo primero que aprendió? -le preguntamos- y su respuesta fue contundente: “a poner mucha atención”.
Junto con él, otros 15 muchachos y muchachas tuvieron un 2023 donde combinaron sus estudios académicos con la puesta en práctica de los conocimientos en una empresa o institución. Son estudiantes del diplomado de las carreras de Administración de Oficinas y Educación Comercial quienes tuvieron la oportunidad de ser parte del proceso de formación dual que implementa la Escuela de Secretariado Profesional de la Universidad Nacional (UNA).
Uno de ellos precisamente es Jafet Gómez Hidalgo, de 19 años, oriundo de Limón y quien se encuentra finalizando el diplomado. Inició en abril su práctica en el Departamento de Recursos Humanos del Consejo Nacional de Rectores (Conare).
“La experiencia fue muy enriquecedora y de gran ayuda por la experiencia que adquirí. Conforme pasan los días uno se va sintiendo más seguro de las actividades que le corresponden, hacía las cosas más rápido pero siempre con el cuidado debido. Una de las labores que más me marcó fue el manejo de los expedientes del personal, sobre todo por el nivel de detalle que debía tener cada documento”, manifestó el estudiante.
600 horas
La noche del lunes 27 de noviembre el auditorio Marco Tulio Salazar del Centro de Investigación y Docencia en Educación (CIDE) recibió a 16 estudiantes que se graduarían de la modalidad de educación dual. Estaban presentes padres de familias y allegados, como testigos incondicionales de un proceso que les demandó el cumplimiento de hasta 600 horas de práctica, en el periodo comprendido entre marzo y noviembre.
Mariam Ureña es la docente coordinadora del proyecto de educación dual. Según explicó, desde el 2020 la Escuela de Secretariado, comprometida con la actualización de la malla curricular y con el objetivo de ofrecer oportunidades de crecimiento a las personas estudiantes, desarrolló este modelo que procura acercarlos a la realidad de la vida laboral y de las competencias necesarias para un desenvolvimiento óptimo.
“Iniciamos así con este proyecto de educación dual que consiste en que ellos puedan aplicar lo que se ve en la teoría de los cursos con la práctica a lo interno de las oficinas, guiados por una persona tutora dentro de las organizaciones. De esta manera fortalecemos la formación profesional con un modelo pedagógico basado en el aprendizaje y la alternancia, para elevar la inserción laboral de acuerdo con el perfil que las empresas de hoy necesitan”, manifestó Ureña.
La importancia de que los alumnos tengan este tipo de experiencias fue resaltada por la directora de la Escuela de Secretariado, María Eugenia Ugalde. “El principio fundamental de este modelo pedagógico se cimienta en un enfoque tecnológico y humanista, que debe ser abordado desde las perspectivas filosóficas para formar al tipo de ciudadano que nuestra sociedad requiere”.
Valores como la empatía, la cordialidad, el respeto y la puntualidad fueron puestos a prueba en el día a día. “La posibilidad de compartir el almuerzo, los buenos días, las buenas tardes, alguna anécdota familiar o personal, todas esas cosas que no se aprenden en el aula, pudieron ser vividas por cada uno de ustedes”, les refirió la Directora de la Escuela.
De ello dieron fe Karen León y Mario Calvo, representantes patronales que participaron en un conversatorio durante la actividad. Ambos resaltaron la importancia de fomentar lo que se conocen como habilidades blandas en el proceso de enseñanza de los jóvenes y que abarcan desde el trabajo en equipo, hasta las relaciones interpersonales y las formas en que pueden negociar bajo diferentes contextos.
Los propios estudiantes compartieron abiertamente su experiencia. Entre las principales actividades ejecutadas estuvo el trabajo directo en sistemas propios de las organizaciones y otros como el Sistema Integrado de Compras Públicas (Sicop), el uso de herramientas de edición y diseño como Adobe y Canva, creación de documentos legales, actualización de bases de datos, digitalización de documentos, investigación y capacitación.
Asimismo, expusieron lo que, a su propia consideración, son hallazgos relevantes que deben tomar en cuenta para un futuro ejercicio profesional en una empresa, entre ellos, la capacidad de retentiva de la información que reciben, la organización cuando asumen tareas de manera simultánea, el reconocimiento de la capacidad que se tiene para desempeñarse en ciertas funciones o el dominio de la inteligencia emocional, sobre todo, ante situaciones de estrés.
A nivel de recomendaciones para los empleadores, a partir de la experiencia vivida, los graduandos del programa resaltaron la importancia de las inducciones empresariales, la retroalimentación sobre las labores ejecutadas y oportunidades de mejora, así como el seguimiento.
Al final de la jornada, sus rostros reflejaron la satisfacción del deber cumplido. Dieron un paso acertado en su proceso formativo y continuarán con el proceso de profesionalización en la Universidad, a la espera de los nuevos retos que se avecinan y que les permitirá poner en práctica todo este aprendizaje acumulado.