Uso de la mascarilla, lavado y desinfección de manos, así como evitar eventos masivos ayudó a reducir la pandemia en cuanto a hospitalizaciones y muertes.
“A tres años de la llegada del covid-19 a Costa Rica, resultó fundamental la coordinación interinstitucional, contar con la infraestructura, el equipo humano y técnico apropiado para contener y reaccionar de forma eficiente ante la propagación del virus”, expresó Juan José Romero, epidemiólogo de la Universidad Nacional (UNA), el cual desde muy antes, venía dando seguimiento a la propagación mundial del coronavirus.
Romero comentó que, después de un año 2020 de contención y reducción de los daños al menos nivel posible, entrado el 2021, ante la Semana Santa, se sucumbió ante la presión del mercado, hubo una disminución significativa de medidas preventivas del contagio, lo que desencadenó una ola que cobró muchas vidas, ocasionada por la variante alfa; aun así, el sistema sanitario logró soportar sin llegar al colapso, pero sí, a la saturación de los servicios de salud. "Entonces, 2021 fue un esfuerzo entre balancear lo económico con lo sanitario, tratando de lograr la reactivación económica lo más pronto posible; en ello, la vacunación resultó ser la mejor arma y haber negociado su adquisición en 2020 fue la estrategia adecuada", subrayó Romero.
A pesar de la triangulación generada al inicio entre gobierno, instituciones autónomas y academia, con el advenimiento de la campaña electoral en el segundo semestre del 2021, el tema se politiza provocando un impacto desfavorable en lo referente a la cobertura vacunal; de ese modo, cayó en el último trimestre del 2021 y, de forma especial, durante 2022, comprometiendo también la atención de otras enfermedades que requieren ser tratadas con vacunación.
El epidemiólogo agregó que, si bien en 2022 se afrontó la mayor ola pandémica, debido al surgimiento de la variante ómicron, el transcurso del año resultó satisfactorio porque se logró tener las mejores vacunas desarrolladas por la humanidad; además, la misma naturaleza del virus colaboró pues resultó menos virulenta.
Finalmente, medidas que se adoptaron desde 2020 como el uso de la mascarilla, lavado y desinfección de manos, así como evitar eventos masivos ayudó a reducir la pandemia en cuanto hospitalizaciones y muertes, durante el 2020 y 2021, cediendo poco a poco, hasta llegar a una baja observancia en la actualidad.