Del 8 al 12 de noviembre se celebró de manera virtual, la IV edición de la Olimpiada Centroamericana y del Caribe, con sede en la Universidad de San Carlos de Guatemala. Costa Rica contó con la participación de 3 estudiantes y se obtuvo una medalla de oro (Camio José Castro Correa) una de plata (Tayron Felipe Ramírez Calderón) y una mención de honor (Alana Lucía Marín Rojas).
“Esto ha sido el trabajo y esfuerzo en mantener las actividades académicas a pesar de la pandemia, lo cual ha significado mucho compromiso y trabajo de parte de los organizadores y representantes de la Universidad Nacional, la Universidad Estatal a Distancia, la Universidad de Costa Rica, el Ministerio de Educación, el Colegio de Licenciados y Profesores, y colaboradores exolímpicos que se unen con su mística y carisma a trabajar con los estudiantes para que se represente al país de la mejor manera, la delegación costarricense con su entrega ha dejado al país muy en alto ante la región”, dijo José Pereira, presidente de la Olimpiada Centroamericana de Biología.
Para el académico, el generar estos espacios ha sido muy importante porque “promueve el aprendizaje de las ciencias biológicas, el desarrollo de habilidades esenciales y científicas, la solidaridad y cordialidad han favorecido para que los estudiantes sean empáticos y se vean como una familia, el respeto de cada uno al saber que todos vienen de contextos y realidades diferentes, pero que comparten esa ilusión y amor hacia las ciencias biológicas, y también hacia el ser una mejor persona”
Durante esta semana de competencia se pudo coordinar diversas acciones y trabajar en equipo mediante las socializaciones académicas en la revisión de pruebas, reuniones, intercambio cultural y socialización de conocimiento, además la cooperación a nivel de grupos fue fundamental entre los profesores con la organización de pruebas (dos teóricas y una práctica), análisis y discusión de estas, así como cada uno de los estudiantes, quienes desde sus procesos de entrenamiento trabajan y comparten conocimientos, por otra parte la comunicación, ha sido la clave del éxito con el trabajo e interacción mediante la virtualidad, en donde los entrenamientos se han llevado a cabo de manera sincrónica y asincrónica.
"Hoy nos sentimos motivados y sobre todo dispuestos a seguir apoyando la juventud costarricense en donde desde la Escuela de Ciencias Biológicas de la UNA anualmente se les abren las puertas tanto de manera presencial como virtual para dar a conocer el mundo de oportunidades que hay fuera de un aula, por lo que estas actividades de extensión empoderan mediante la bioalfabetización a nuestra juventud costarricense y facilita el identificarse de acuerdo a sus capacidades”, concluyó Pereira.